Verte

Es imposible que mis ojos
tengan otra patria que mirarla,
cuando su Ud
habita el mismo espacio que mi yo.

Quiero dejar de hacerlo
pero me sobrepasa la curiosidad,
la incesante necesidad de querer memorizarla
de intentar conectar con esos ojos oscuros
detrás de esos lentes que terminan de completarla.

A veces no puedo distraerme
de la geografía a de su cara,
y quedo mal con el resto del universo
qué se mueve, habla y pareciera existir
pero no logra llamar mi atención
al existir Ud.

Suelo vadear ajeno la tarde,
entretenido por sus reflejos,
cuando pasé la mañana cerca suyo.
Y no sé qué hacer
con la energía que retengo para no invadirla
cuando la tengo cerca,
y acercarla contra mí.

Disculpándose por esta desnudes
este ateo le reza a su olvido,
sí esto llega a incomodarle.
Sabrá perdonar a este viejo cazador
que por falta de práctica
no confiá en sus sentidos,
y desata un conflicto unilateral
sin firmar guerra ni declarar paz.

 

El sentir siempre gobierna sin aparente sentido , aunque es tal su obviedad que se entrega a si mismo.
Bellas letras y profundo el latir.
Saludos