El sobre y la papeleta electoral(día de elecciones)

No es una carta de amor en un sobre níveo.


El papel plegado en dos como alas mudas,

en su interior las promesas del humo

y el griterío de los adláteres.



El eco de la voz de un líder y su sombra que no lleva corbata.



Una retahíla de nombres como un ábaco vacío.


Y un logotipo y unas siglas que prometen la utopía de un futuro ideal.


No es una carta de amor, aunque debiera serlo,

el sobre no es níveo sino del color

de los mensajes marchitos.


Adentro llora la esperanza.



*no es un poema contra la democracia ni los partidos políticos, simplemente es un poema de desencanto hacia la política y sus formas. Pese a ello suelo votar cuando tocan elecciones.

 

En mi país Argentina votar hasta cierta edad es obligatorio Esta es la ley

 

Siempre queda la posibilidad de votar en blanco...Un abrazo, Gustavo.

 

Muy bueno, “adentro llora la esperanza” un final para enmarcarlo y ponerte a llorar, con tu poema casi consigues que lo haga, aunque los años calman las emociones todavía me emociono un poquito a veces.

No voto, al contrario que tú, todos los que se presentan para un cargo electoral me parecen unos listos que van más que nada a por el dinero, también tocan otros palos asquerosos, hay varias porquerías para hacer en la política.

Gracias por estos preciosos versos que tratan sobre una realidad que no nos deja tranquilos.

Un abrazo, amigo, con poemas como los que escribes te seguiré leyendo.

 

Agradezco tu lectura y el comentario que dejas. Un abrazo, Alberto

 

Yo creo que la política democrática está en plena crisis de confianza últimamente a nivel global, lo cual hace que los radicalismos populistas y los autoritarismos disfrazados de demócratas se estén frotando las manos y experimentando un aumento de votos que hace no mucho tiempo no habrían ni soñado, pues mientras el voto moderado y racional está cada vez más desencantado con sus políticos, el voto "enfadado" e insolidario gana posiciones. Ya veremos a dónde nos lleva esto.
Me gustó el original tratamiento poético del tema. Un abrazo, Ramón.

 

Buena argumentación. Un abrazo, Luis.

 

el simbolismo en su expresión representando al sufragio. Lo cierto es que muchas veces votamos porque no queda otra porque no nos convencen los susodichos candidatos. O como dijeron acá en mi barrio votamos para no estar peor aunque a veces resulta a la inversa. La pregunta es: más allá de la esperanza el ciudadano toma el voto con la seriedad necesaria y le tiempo que necesita analizar todas las diferentes matices que se plantean. Y yo te digo que muchos no lo hacen, por vagancia nomas o falta de interés, se tiran a él con la vaga esperanza de que si toca un gobierno malo todo se revierte con la otra elección, pero entre los cambios resulta que a veces es tarde, y hay cosas que no se pueden revertir. ¿Sera que el sufragio le da demasiado poder a cierta gente del pueblo que simplemente no le dedica su verdadero valor que merece? Si es así, estamos mal como sociedad en general. Porque el sufragio nunca se debería perder aunque los candidatos sirvan para poco y nada. Si empezamos por ahí es un camino cuesta abajo, en declive hacia hacia el vacío, la nada, un agujero negro que te absorbe.

y, claro, que es un buen poema. Mirá vos, che, cómo me hiciste reflexionar.

abrazo.

 

Es evidente que el sistema democrático es el menos malo de los posibles, léase dictaduras y demás, aunque bien es cierto que los últimos resultados electorales en muchos países, con el populismo por delante, da que pensar si realmente quien vota ha reflexionado o simplemente se guía por impulsos hábilmente manipulados por estos candidatos que más parecen un cáncer que otra cosa. Gracias por comentar y un saludo cordial.