Disparates

En este laberinto de ideas
donde impera el desorden
de esos cientos de palabras
que se aprisionan en tu mente,

se impulsan como un proyectil
a una velocidad vertiginosa
creando mil formas,
unas menos definidas que otras

pero todas con una razón aparente,
debatir entre qué es la vida
y qué es la muerte,

cuando vivir es crear sueños infinitos
y morir es soñar las delicias
que desprenden la paz de tu espíritu.

 

desorden y paz, vida y muerte, laberinto y velocidad, razón y sinrazón. esa es la existencia que nos ha tocado a los seres humanos, mayca. es disparatado, como bien decís, pero nos acostumbramos a ese disparate que nos lleva al placer y al dolor.

¿sueños o paz?

me parece que apuntás bien en esa dicotomía final, y es que en efecto, los sueños son implícitamente violentos... y la paz seguramente representa el fin de los sueños.

buenas letras pa reflexionar.

salud, mayca.

 

Las ideas nacieron de la necesidad...
Las palabras, el lenguaje, de las necesidades de comunicarnos...
La convivencia requirió que surja el orden...

Al instante de razonar se reafirma la vida,
pero no implica que tenga contenido,
o significado,
u objetivo...
solo confirmar que se contrapone a la muerte,
como al vacío de la existencia sin registro.

El desorden se contrapone a la convivencia.
La desinformación destruye el lenguaje.
¿Será útil la necesidad de destruir las ideas?

La paz es el momento de carecer de necesidades.
Por ello la muerte es un signo de paz,
por el cese de las necesidades.

Por esto el ejercicio de vivir,
gira sobre necesidades
y la paz es un objetivo idealizado...
a menos que sepamos controlar
lo que necesitamos.

Un abrazo Mayca.

 

La muerte es una gran verdad.
Un beso. Mayca.

 

Me gusta tu reflexión, es todo en este mundo tan ambiguo, que al final no se sabe si vivimos una irrealidad y la muerte es la verdadera realidad, es el estado de máxima felicidad y la paz absoluta,

yo me quedaría con lo último, la vida es bella pero atravesar el espacio y permanecer en la nada tiene que ser muy especial, sin ningún tipo de obstáculos, yo y el Universo,

muchas gracias por acercarte a mis elucubraciones, feliz día Charlie

 

Efectivamente la paz es un ideal pero me parece imposible que el ser humano sepa controlar sus necesidades y más aún con sistema capitalista que nos lleva a consumir sin medida objetos innecesarios para una vida feliz, hace ya mucho tiempo que nos desviamos del camino adecuado y es algo que sabe hasta un niño pequeño porque tanto tienes tanto vales como dice el refrán.

No creo que el razonamiento se reafirme con la vida porque las plantas o los hongos están vivos pero no razonan aunque hay bastante personas que razonan poco y mal.

No se lo que entenderás por desorden pero queremos ordenarlo todo y lo único que hacemos es crear un puto desastre tras otro, la naturaleza es desordenada; caótica, funciona muy bien con la excepción del desorden que causa la intervención de las personas sobre ella en este insignificante planeta, los que no sabemos convivir con el resto de los seres vivos somos nosotros, nosotros hacemos el daño y cada día más.

La paz no es el momento en que se carecen de necesidades porque los israelíes tienen sus necesidades cubiertas y están haciendo la guerra.

¿qué la muerte es un signo de paz? pues pregúntale a los niños inocentes que están muriendo (asesinados) por miles en Palestina.

Un abrazo Dragón y no le des tantas vueltas a las cosas que pareces una peonza... el muerto al hoyo y el vivo al bollo ¡ole!

 

Otro para ti, tú ya respondiste, las necesidades pueden perfectamente ir de acorde con la necesidad de calma, a mí la paz no me parece un objetivo idealizado, la paz se busca en el día a día, unos relajándose, otros haciendo deporte y otros meditando, la paz se encuentra si se quiere, a pesar de estar en este mundo de locos, un abrazo Dragón

 

Otro para ti Sergio, la muerte a la que todos temen, es el estado puro del ser, como no se ha traspasado, muchos sienten miedo pero es la felicidad absoluta cuando llega, solo nos apenan los nuestros, los que quedan en la tierra