Poema para mi adoración

Almendrada la forma de tus ojos

dorado miel es su color,

de tu pelo los manojos,

los racimos de tu amor.



Tu perfil es mi horizonte;

el levante, tu ilusión;

oasis de lozana juventud;

en tu boca se resume,

del cielo la gratitud.



Y de tu manita cuelga mi corazón;

como de las musas, la canción.

Aunque yo no comprenda

el lenguaje místico de Dios

eres tú la mejor prueba,

de que hay en el cielo, algo superior.



Superior a todo lo que

yo no entienda, o me niegue la razón,

cuando mi furia se retracta

ante tu infalible amor.



Amor, amor, esa palabra que

no sabrías como explicar,

pero que personificas tú.



Gracias por llenar mi vida

con tu inmensidad y con tu

luz.

 

Precioso poema Luzibell, lleno de ternura y amor. Un abrazo con la pluma del alma

 

Un hijo que ya tiene un hermosos poema de una tierna madre , bellas líneas poetisa Luzobel F,Saludos cordiales

 

Una Madre, plenamente dichosa... ante la presencia de ese pequeño ser (que es el fruto) de su más
profundo amor... logra "configurar" este maravilloso poema; en donde se puede percibir los alturados
sentimientos de quien amorosamente... escribe. Excelente, vuestro singular poema, estimada compañera
Luzibell. Con todos mis respetos;
Su compañero de letras:

 

Gracias José, por dejar tu estimado comentario.

 

Gracias por tu cálido comentario. Este poemita lo escribí cuando mi retoño tenia 4 tiernos añitos... y ya tiene 17 añotes -jaja ya no creo que lo recuerde-. Creo que es tiempo de volvérselo a mostrar para que recuerde que aunque ser madre es una montaña rusa de emociones, el amor de mamá no tiene fecha de vencimiento.

 

Hola Iván muchas gracias por pasarte por mis letras. Quisiera que ser madre fuera siempre una dicha plena, pero es una montaña rusa de emociones a lo largo de los años y los cambios. Lo que sí, es un amor siempre profundo, siempre en desarrollo. El amor a los hijos es para mi "El Amor Maestro", él que te enseña más lecciones, el que te somete a enfrentar tu ego, a estar siempre alerta, como vivir con esa extraña condición cardiaca donde llevan el corazón fuera del pecho.
Pero más allá de esa paranoia de mamá primeriza, te enseña a confiar en las capacidad de ese pequeño ser y que no es en efecto una mera extensión de nuestro propio cuerpo, sino un ser completo y con sus propias alas al que debemos saber dejar volar a la vida cuando esté listo.

 

De hecho ya cuando tenía 7 años, me pagó con un poema y un dibujo Según el dibujo era un ojo como copo de cristal.
Ahora ya no escribe, pero es buen hijo. Se me hizo un detalle líndísimo.

"Tus ojos son igual a los copos de nieve
Tu cabello brilla igual que la nieve
Y tus ojos no paran de brillar
Son tus ojos los que no puedo aguantar
Y si la vida fuera para siempre
Vería tus ojos para siempre"

 

Qué hermosura de poema!
Me encantó!
fue un placer leerte
un abrazo

 

Gracias por pasarte por aquí. ♡

 

Con los hijos se tiene enorme fuente de amor asegurada.
Un saludo, Lucibell.

 

Es que los hijos son ... todo. Me encantó tu poema, dulce y suave como
ese amor que todo lo inunda con sólo saberlos.
Besitos cariñosos vuelen a tus mejillas.

 

Muy tierno poema - lleno de puro sentimiento. Felicidades!

 

Es verdad, no tiene fin. Gracias por tu comentario.

 

Gracias por tan lindo comentario. Un cálido apapacho.*

*En náhuatl: "abrazar o acariciar con el alma".

 

♥Agradezco tu visita y que bonito que se tomen el tiempo de dejarme su valoración.