Remanso

Despojada de aderezos
agrupo los fragmentos del azogue
y, ya sin filtros, sin barreras,
a cara lavada me contemplo.
El silencio desnuda cicatrices.
Piadosamente me juzgo.
Con valentía, desisto
de vanidades y engreimientos.
Una voracidad insaciable
me domina y me arrastra.
Extrañamente... me urge el meollo,
ansío la almendra que reposa
en su escondrijo tibio.
Hurgo en la enturbiada bajamar.
Persigo la esencia, la perla
que subyace en el remanso.

Remuevo, me deshago, me desarmo.
Por fin, me descubro y me absuelvo.
Ahí decido segar la mies, recoger el grano.
Y, con un temblor de pájaro renacido,
emprendo, de nuevo, mi entramado.

 

Así es, Alde! Muchas gracias por leerme y comentar... Saludos!

 

Muy buen poema estimada Zulma, un abrazo con la pluma del alma

 

Muchas gracias, José! Saludos...

 

Muchas gracias por tu apreciación! Feliz fin de semana a ti también...

 

Tal cual, un poema al desnudo con más de una lectura y una sensación de bienestar que se agradece, al leerte, hasta en la distancia.
Muy bueno, Zulma, y un saludote hasta la otra orilla del charco Atlántico.

 

Muchas gracias por leer mis líneas y comentar, Alonso! Me alegra y me incentiva tu apreciación... Saludos!