Te extraño...

En la quietud de la noche, te añoro, mujer,
como un eco lejano en mi ser persistente.
Cruzan mis pensamientos, sin rumbo, sin poder,
naufragando en la ausencia que me deja demente.

Eres mi luz perdida en este vasto universo,
mi anhelo constante, en cada suspiro tímido.
En cada sombra, en cada rincón, te quiero,
en cada latido, en cada verso, mi querida.

En la distancia, me encuentro solo y perdido,
anhelando tu presencia, en cada instante vivido.
Eres el sol que ilumina mis días más sombríos,
la melodía que en mi corazón se ha tejido.

Con cada suspiro, con cada latido, te amo,
con la fuerza del viento y el eco del océano.
Eres mi todo, mi razón, mi eterno reclamo,
mi amor por ti, en cada latido, es arcano.

Que tu abrazo sea el amparo de mis sueños,
que tu risa sea la melodía de mis días serenos.
Agradezco a la vida por tenerte, por ser mi aliento,
porque contigo, cada instante, es un eterno momento.

En la ausencia, en el vacío, te extraño,
pero en mi corazón, tu amor siempre es mi llano.
En cada latido, en cada verso, en cada día,
te amo, mujer, con la pasión que nunca se olvida.

 

En la quietud de la noche, te añoro, mujer,
como un eco lejano en mi ser persistente.
Cruzan mis pensamientos, sin rumbo, sin poder,
naufragando en la ausencia que me deja demente.
Muy buen poema como siempre que te leo. Un abrazo con la pluma del alma

 

un gusto como siempre el poder leerlos amigos míos...