La materia y los sentidos

Toco su textura, no escucho, no oigo, no veo, no me llega

su olor ni he probado su carne dura y firme. Hay palabras

que la nombran, pero los nombres por el aire no se ven,

ni tintinean sus sílabas, ni saben las vocales a dulce ni

huele el silencio de sus letras. En mis ojos las formas

y el color pero están ausentes el sonido de un golpe

en sus entrañas, la lengua sintiendo la aspereza de la piel

de las cosas, el fluido a nada o a barniz o a cal. ¿Quién

memoriza los olores vacíos del mimbre, del algodón,

de la caoba y el acero si nunca son los mismos? Y el

gusto que roe su alma primigenia con ansia de amante,

sin la voz que la nombra bajo el clamor sonoro del viento

entre los pinos, ni el perfume oculto en su invisible raíz

ni la rotunda piel expuesta a la caducidad del tiempo

inexorable. Y cómo nos embarga el vago efluvio del rosal

pero no la vista que se pliega al sentir su frágil aroma,

ni mi índice que no se atreve a alcanzar la flor ni el pétalo,

ni la muda presencia de la espina en su tallo enhiesto,

ni siquiera todo mi ser que recibe agradecido cada

sensación que me posee en los días y en las noches,

en la realidad y en el sueño profundo del vivir.

 

Hay que colmar a los sentidos con cuanta captura sea posible.
Un abrazo, Ramón.

 

Buenas noches poeta. "Quién memoriza los olores vacíos..." ..."el perfume oculto en su invisible raíz" Soberbio. Un sincero abrazo

 

Gracias por el comentario que dejas. Un abrazo.

 

Gracias, Alde, por leer y comentar. Un saludo cordial.

 

Gracias por leer y por el amable comentario que dejas. Un abrazo para ti.

 

Belleza. Un gusto leerte.

 

Precioso poema Penabad un abrazo con la pluma del alma

 

Gracias, Luciana, por dejar tu huella en este poema. Un abrazo.

 

Ha sido u verdadero placer detenerme en sus versos y pasear entre ellos poeta.
Mi enhorabuena y un fuerte abrazo.

 

Gracias, José. Un abrazo.

 

Gracias por la visita y el amable comentario. Un abrazo.