Al Rayadito de la Isla Más Afuera

Tú que vuelas de rama en rama

rayadito de Más Afuera

me gustaría poder verte

aunque sea una vez siquiera.


Fuiste el último de tu especie

pero tú aún no lo sabías

no te habías aún enterado

la desgracia en que vivías.


En un vuelo rasante y lento

recorriste tu isla entera

buscando una rayadita

para hacerla tu compañera


Recorriste tu isla entera

de la playa a la quebrada

llamando por todas partes

pero nunca encontraste nada.


O tal vez fuiste una rayadita

y lo mismo te ocurrió

toda la vida buscando

lo que nunca se encontró.


Con palitos y ramitas

hiciste hermoso nidito

y, toda llena de esperanza,

pusiste varios huevitos.


Esperaste una vida entera

que nacieran tus hijitos

pero eso no podía ocurrir

sin el hálito de un machito.


Calentando tus huevitos

te la pasaste esperando

y, sin que te dieses cuenta,

tu vida se fue apagando.


Hoy quedan sólo recuerdos

de una especie ya extinguida

plumillas que arrastra el viento

y, en mi alma, sangrante herida.


Si volaste de rama en rama

rayadito de Más Afuera

mi deseo de poder verte

ha sido simple quimera.


Bertoldo Herrera Gitterman

19 12 22

NB:Les comparto este tierno y triste poema, por un ave que ya no existe.
"Más Afuera" es una pequeña isla del Pacífico chileno, y allí existía esta pequeña ave endémica. Ya no se verá nunca más.

 

Gracias Alde, muchas gracias.
Soy un empedernido coleccionista de imágenes. Un día me encontré la historia de esta ave extinta y surgió el verso espontáneamente.

 

Me agrada releer mis poemas.
Y cada vez que releo éste, me imagino que despierto una mañana y no hay nadie en mi casa.
Salgo a la calle y veo caballos, vacas, ovejas, loros y gaviotas.
Y bichos y langostas.
Ni un ser humano ni por asomo.
Ni una "sera" humana para hacerle una miradita.
Y así en todos los días siguientes... Y decido ir más allá del final de los confines y en todas las direcciones que son posibles.
¡Nada! ¡Nadie!
Yo solo, solamente yo.
Y va muriendo la esperanza de poder encontrar a alguien... No importa quien sea o como sea: Alguien como yo y eso bastará.
Y me duermo oído atento para ver si algún día alguien golpea mi puerta.
Pero sólo queda resignarse. Ya nadie más existe. Soy el último que estaré. Todo morirá cuando yo me moriré.

 

Muy bonito.Besos desde andalucía.

 

Muy tierno y emblemático poema estimado Bertoldo. Un abrazo con la pluma del alma

 

Le agradezco mucho. Su contacto y sus palabras son una tremenda inyección de optimismo.

 

Es una apreciación muy atinada, al igual como actúa siempre, José.

 

Me encuentro realizando un curso autodidacta para aprender a usar mejor esta herramienta,

 

Triste y hermoso. Un gusto leerte.
Saludos.

 

Oho.
Acabo de recibir la visita de un grande. Un orgullo tenerte aquí. Qué bueno que te haya gustado. Quedo en compromiso por ir a leer algo escrito por ti.

 

Primero que nada, muchas gracias por llegar a leer.
En el poema, yo escribí mi propio sentimiento por un ave que conocí cuando ya no existía. No sé si hubo participación del ser humano, pues al ser pequeña no era opción como alimento. Puede haberse quedado sin su alimento y en una isla pequeña, eso le pasó la cuenta.

 

Me gustaría ver que este poema volara muy alto. Igual que el ave que se menciona aquí.