La rosa que mueve al tiempo

Me detuve, tomé la rosa del invierno.
Cruce el umbral de los días y soles, yacía un hombre varado en el páramo; el engendro abstraído que conservaba sus alas, enjuiciado por los látigos fervientes, la pluma que vislumbra la odisea del erudito.

Conozco la rosa, no por el frío sino porque me ha rasgado con sus espina, y la sangre que no era salvia; el paraíso que fue brotando en su agraciado semblante, como un jardín de pinturas fue acaeciendo, sutil, contra mi corazón.

¿No sería su rostro peor que un ciempiés, un desterrado de las praderas etéreas, si no tuviera lágrimas ácidas en su paisaje?
Déjame pasar el umbral, solo un pie sobre el dorado manto.

Me detuvieron por tomar la única rosa en este averno.
Me condenaron a observar eternamente.
Morir junto a la rosa.

 

Saludos compañero!!!! Gracias por tu tiempo

 

Muy bueno, me gustó mucho, hasta el título me encantó.

 

Me alegro que te haya gustado, saludos