Agua de Vida

El agua de la vertiente brota de la nada

atraída al sol por su espíritu de aventura

que sueña con llegar lo más pronto al mar

aunque deba arrastrarse sobre la roca dura.


Pequeña partícula que emerges en la niebla

que subes a la nube para poder viajar

y cuando conquistaste la altura, la cumbre

te invade la nostalgia y quieres regresar.


Viajar no es lo difícil, el viento te transporta

pero es más complicado para poder volver

te quedas algún tiempo esperando la lluvia

pues es en forma de gota que tú debes caer.


Te hundes en la tierra para evitar al sol

te juntas con otras, para formar caudal

y cuando ya vertiente, anuncias presencia

debajo de una quila o en medio del sauzal.


Mientras vas viajando formando los esteros

allí pueden beberte las flores más hermosas

las hierbas y plantas que crecen en el monte

también los animales y las bellas mariposas.


Tú eres quien da inicio al ciclo de la vida

tú sueles ser la esencia de todo el existir

pues tú le das la vida a toda forma viva

y todo cuanto vive, sin ti, habrá de morir.


Bertoldo Herrera Gitterman
Nueva Imperial, 26 agosto 2023

 

Hola Alde.
Gracias por leer y comentar.
Aquí en el momento en que Brasil le acaba de ganar a Chile por la clasificatoria sudamericana.

 

Es un poema hermoso que dedicaste a la "Buena criatura", como llamó al agua en uno de sus poemas más bellos, la gran poetisa uruguaya Juana de Ibarbourou.
En tus versos llenos de frescura nos dejas a los lectores una agradable semblanza y unas gratas sensaciones que se desprenden precisamente de la nobleza del elemento que nos da vida.
Fue un gusto leerte esta mañana.
Saludos desde Buenos Aires.

 

Jajajajajaj
Me río porque, hace unos días atrás, te vi comentando algún poema y no recuerdo cuál. Y me dije algo así como: "Y esta dama por qué no habrá venido a comentar alguno de mis poemas". No soy nadita de experto para buscar, pero te encontré por casualidad. Fui sincero en mi comentario en el poema tuyo y acepto que de tu parte sea educación y cortesía retribuir. Pero tu presencia engalana este poema. Con tu cometario esa agua de vida recobra frescura y vitalidad, se hace eterna y majestuosa.