En cada vida

Reconocer nuestras almas,
a través de nuestras miradas,
enmudezco sin soltar palabra.

No necesitas alas para poder volar,
cuando hay luz y se van las sombras,
sin buscarla nace esa complicidad.

No escarbo mucho y te vuelvo a sentir,
el caprichoso destino juguetón,
que una vida tras otra nos vuelve a unir.

Ser la mitad del otro
y encajar a la perfección,
Siempre serás mi gran amor.

 

Este poema es una expresión pura y delicada de un amor trascendental, donde las almas parecen haber estado conectadas desde siempre. La sensibilidad en las palabras y la suavidad de las imágenes crean una atmósfera íntima y mágica.

El poema explora temas como el reconocimiento espiritual en el amor ("Reconocer nuestras almas"), la conexión que trasciende las palabras, y la idea de que las almas gemelas siempre encuentran su camino, sin importar las circunstancias o el tiempo ("una vida tras otra nos vuelve a unir").

La metáfora de "ser la mitad del otro y encajar a la perfección" resume la esencia del amor idealizado, ese que completa y transforma. Es un poema de esperanza y plenitud, donde el amor no solo es compañía, sino un refugio y una certeza eterna.

Es hermoso en su sencillez y profundidad, lleno de sentimiento y verdad.

 

"No necesitas alas para poder volar"
libertad y complicidad sin artificios.
es sencillo y profundo esta conexión entre dos almas.

 

Mil gracias por vuestras palabras!!!

 

Nada como las miradas para expresar con los ojos del alma.
Me gustó. Y ese "ser la mitad del otro y encajar a la perfección" es la mejor razón de la vida.
Encantado de leerte. Feliz año.