Pensamientos suicidas.

Tuvo miedo de abrir el cajón y coger la pistola

tuvo miedo de salir al balcón y mirar hacia abajo

tenía que espantar a sus pensamientos

¡Malditas pastillas!

Sólo podía gritar,

dejar de repetirse a si mismo

lo inútil que es

lo tonto que es,

había perdido su autoestima.

¡Malditas pastillas!

Tampoco podía relajarse con el alcohol

porque se ponía más violento.

No sabía ya que hacer con su vida

( si lo que le pasaba era llamarse vida).

Recorria la casa nervioso,

no podía sentarse,

no podía relajarse.

¡Malditas pastillas!

Ya no podía llamar a sus amigos

ni a su familia porque los había perdido.

Hasta que un día, armándose de valor,

abrió una ventana y se lanzó al vacío.

 

Valor se necesita para seguir adelante. Un saludo.

 

Lo que pasa cuando no tienes farmacia a domicilio... te desesperas y saltas a buscar las pastillas tú mismo.

Saludos.

 

se imaginan una vida sin vicios... pucha de desperdicio, y esos vicios muchas veces son más leales que todos esos que se la dan de" amigos"

hahaha.... por eso siempre es bueno tener una tira de clonazepam a mano. para prevencion más que necesaria por los efectos secundarios de esta vidilla.


abrazo a ambos.

 

No fueron solo pensamientos... Realismo puro. Fuerte abrazo.

 

jajaja q comedia... me recuerda a DANTE.