Claridad.

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En la soledad que se ha apoderado de mi cama
permanezco llorando tu amor.
Ilusionada, cual tonta poeta
de la pluma tenue
que marca siempre en gris.

Sola
y llena de un amor inacabable
para alguien que acaba matándome
al no dejarme estar entre sus brazos.

He colocado una almohada a mi lado
e imagino que es tu pecho,
mintiendo tu presencia,
y paso horas contándole
las palabras de mis manos.

Mi beso es desdichado y mendigo;
mi amor es un desperdicio de vino tinto
que no ha hallado boca que pueda beberlo.
Tu boca.

Ni siquiera en mis sueños te alcanzo
ni la razón bravía perpleja tu mente.
Tampoco mis labios auspicien el beso en frenesí
escrito a tu lado.

Y peor aun,

me he dado cuenta

que la torpeza de mi poema
lleva mi nombre cual te ama.
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Intensa expresión de dolor y anhelo por un amor no correspondido. La imagen de la almohada es conmovedora.
Un gusto pasar por tus letras. Saludos cordiales.