Así llega tu voz.

Así llega tu voz, en ondas brillos,
y me acaricia el alma entumecida.
Estuve en frío limbo sumergida,
pero vuelvo a cantar como los grillos.

Recupero el espacio, la arboleda,
donde moran las musas y las liras,
donde Pan suena flautas y tú giras
en danza que a la tarde vuelve leda.

Y la risa me suena cual campanas
porque la risa es música del alma
y ya estoy ebria de vino de alegría.

He vuelto al paraíso, tú me hilvanas
canciones del amor que a mi me ensalma
y brota del venero, poesía.
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