La llave

La llave

Detrás de la niebla están los pasos que nunca llegue a dar,
está el aire que no llegué a respirar hasta llenar mis pulmones
y ese aroma amaderado que a mi piel ilusionada impregnaría.

Sin embargo aquí están las ilusiones disecadas
alimentando mi silencio y esta lluvia eterna que me cubre.

Y me siento como una rosa marchita que despierta
entre páginas de un viejo libro olvidado;

como un piano mudo, sin manos que lo acaricien
en un salón polvoriento y silente;

una pintura sin terminar abandonada
en un rincón oscuro

Y desvarío con mi pecho dolorido habitado
por un sol que se siente prisionero esperando
la llave que está en unas manos aún desconocidas.

​

 

A veces se pierde la llave de la ilusión, pero siempre tenemos la esperanza de que alguien la tiene y la va a traer consigo.
Hermoso poema, Laly.
Saludos.