Venice Beach

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Pelirroja, estatura media,
carita de ángel pecosa. Unos 19.

No es lo que se dice guapa, pero muy americana ella.

Su sonrisa. Ante la cámara luce adorable
al sonreír insignificante
melladura en el filo de un diente
incisivo superior.

Con voz del ángel que es responde
al corresponsal y entrevistador:

-No nos callarán. Somos el futuro
lógico.

En el triángulo luminoso de su amor:
Su Papá, su Dios y su Presidente.

El gran sol de Los Ángeles parece hoy
generoso con su sueño.

-Nuestra Fe (la verdadera) y nuestros úteros serán el Tornado y la vía.

Nadie nos detendrá -refulge el iris de sus jóvenes ojos
como las mismísimas estrellas-

We will make America great again!

El aire viene con dulce regusto a carne
de hamburguesa semicruda y fin de ciclo.

Frente a las pantallas new generation
un río gigante de salivas viejas desagua
desde las bocas de los buenos americanos
en la multicolor y hoy trémula Venice Beach.

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¡Luis! Poema duro. Imágenes de diamante que retratan el fanatismo profundamente demencial de estos tiempos: El aire viene con dulce regusto a carne de hamburguesa semicruda y fin de ciclo. Vuelve aquella criminal «libertad» sin límites éticos del siglo pasado. En lo tocante a lo grotesco el ser humano siempre se supera: demasiado nunca fue suficiente. Como dice el compañero Vicente, estamos muy pero que muy jodidos de la cabeza (y del alma). Gracias por escribir versos como estos. La creación es más necesaria que nunca en este mundo de tiranos y esclavos.
¡Un abrazo enorme, amigo! Y enhorabuena por el ritmo alucinante de este puñado de versos.

 

Hola Andreas!. La verdad es que sí, es un poema duro, pero creo que lo es principalmente por su realismo y dosis de realidad. No pienso que sea un poema con "moraleja", ni siquiera que sea político como tal.
Vi en televisión a una chica yanki muy joven hablando en una pequeña entrevista callejera sobre todo esto, y al escucharla sentí que tenía que escribir un poema. Me pareció que esa joven diciendo lo que decía reflejaba más nítidamente que cualquier otra cosa el momento actual, lo terrible del momento actual, y personalmente me dio hasta miedo.
Pero al escribir el poema he intentado -no sin dificultad- no tomar parte, solamente contar (resumido y en clave de realismo poético) lo que vi y escuché. Que cada lector saque su propia conclusión. Creo que si lo hubiera escrito de otra manera perdería su "fuerza de realidad" y distraería la esencia de lo que quería mostrar (o retratar), ... solo me "extralimitado" un poco si acaso en las dos estrofas finales.
Vale, algunos lectores pueden percibir ironía, otros verlo falto o escaso de crítica, y otros tener diferentes sensaciones o sentimientos al leerlo. Todo vale, todo está bien, pero esta vez prefería ser solo un retratista, un retratista del importantísimo momento actual a través de la chica y de sus palabras. ... Y por supuesto, coincido contigo en todo lo que dices.

Muchas gracias por tu visita y por tu valioso comentario, querido compañero. Un abrazo fuerte.

 

Me ha recordado escenas de mi niñez. Sí, mi niñez coincide con Franco.

Íbamos los del barro a robar juguetes a los chalets aledaños. Madelmans y, sobre todo, pelotas de fútbol. Nunca dañábamos a nadie. Buenos ladrones. Pero alguna vez, desde la ventana, al saltar la vaya yo como un rayo para afianzarme de un bonito balón casi nuevo, desde la ventana vi cómo observaba una niña de unos doce años. La cara y el rostro me han recordado a la pelirroja de su poema. Esta era española, o catalana, y su mirada decía lo mismo que usted ha descrito y lo mismo que dijo la yanqui. Luego, en el instituto, ya adolescente, vi muchas jóvenes como esa y, aunque yo era blanquito y hasta guapo, muy guapo, no pertenecía a la clase yupilandia.

Siempre es y ha sido lo mismo. El dinero da poder y el poder crea un derecho absurdo y una creencia idiota de que uno es superior, y más si el otro es chicano, negro, etc. Todo ello se resume en una frase de la pelirroja: "Somos el futuro lógico".

No quiero politizar su poema. Es realista como lo que está pasando hoy. Muy realista.

Buen poema, señor Libra Luis.

Desde una Barcelona medio fresquita después de cuatro meses.