Cazador de musas.

Tu voz que busca sangre entre las musas,
va y les exprime el cuello, sin lamento,
de sus pálidas pieles y al momento
libas su rojo numen. Cuan ilusas,

de frases de pasión están confusas.
Armas trampas de versos dislocados
y si caen aprietas los candados
y quedan encerradas sin excusas.

Musas pálidas de ojos tan profundos
que muestran su pupila al infinito
y te sale del alma el terso grito.

Volátiles, te crean nuevos mundos
de rosas y centellas, mar y canto,
mariposas en vuelo, hermoso manto.​

 

Alde, la inspiración es caprichosa, aparece solo cuando quiere. Gracias por comentar. Un abrazo.

 

fulgurante composición sonetica
de la que no se sabe
lo que pensará la musa

un saludo.

 

Eloy Ayer, poeta, las musas nunca saben. Gracias por tu agradable comentario. Un abrazo.