Lo rojo de tus labios

Lo rojo de tus labios

Herida santa de rubí cortado,
donde el vino resbala lento,
y en su curva tiembla
la fatiga del deseo.

Hablas,
el aire sabe a hierro,
como si todo el amor
tuviera olor a óxido.

Tus labios—
no son carmesí,
son esa frontera,
lugar donde mi fiebre
aprende a rezar despacio.

Porque soy
animal de penumbra,
que bebe de ti el silencio,
ese silencio cortado,
sombra del rojo de tus labios
ese que bebió de mí.

Mientras el vino aún caía lento.

 

Y si tomamos el mismo título y navegamos las mismas aguas...

Lo rojo de tus labios

Las llamas naranjas
amarillas y ocres
despuntan el alba
con sus ojos achinados
por las legañas del ayer.

Los azules del cielo
se confunden sobre el peñasco
con el horizonte
del mar tejido con gaviotas
mezclando matices grises
de las nubes y rocas
sobre los añiles índigos
de violetas sin perfume.

A mis pies brotes verdes
junto a piedras y cantos
envueltas en musgo
se confunden en mi piel
con las huellas
del golpe y la caricia.

Paleta difusa
e incompleta
no plasma energía
en la tela que descansa
tensa en el atril.
Llena el cuadro
el color de la espera
la esencia del recuerdo
el dolor de la ausencia...

El rostro luce vacío
sin el brillo que iluminara
cada noche ardiente
cada día sosegado...
esa huella que quema
más que el hierro de marcar
o la lápida sin terminar
...
falta aunque esté presente
en los rincones de la memoria
...
lo rojo de tus labios...

 

ME ENCANTA ES UNA PROPUESTA MARAVILLOSA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
NOS ANIMAMOS TODOS A VER QUE PUEDE DECIR "Lo rojo de tus labios"

 

No tengo nada claro qué significan varias partes del poema, pero me gustó porque cuando lo leí experimenté una tormenta de significados, aunque difusos como decía, las oraciones se alargan, retuerces los temas, van cayendo sobre las oraciones siguientes, como si se tratara de una avalancha sobre escalones de oraciónes, presentas el tema, y en la siguiente oración cae, pero desde otro concepto, luego lo revuelcas con nuevos temas, y terminas por volverlo a presentar tal como lo hiciste al inicio, pero como si lo dijeras con una nueva boca, con otra voz, en otro espacio. Es encantador!

 

En este poema no busque que cada verso tuviese un sentido cerrado; el poema respira, se enreda un poco y se deja leer con la piel.

Todo gira alrededor de una sola herida: los labios rojos como deseo, como violencia y como entrega.

Empieza con el vino y la sangre —lo sagrado mezclado con lo carnal— y poco a poco se va oxidando, volviéndose aire, hierro, fiebre.
Los labios no son color, son esa frontera: donde la idea del deseo se vuelve cuerpo.
Luego aparece ese “animal de penumbra”, que ya no domina nada, sino que es devorado por el mismo silencio que intenta beber.
El final vuelve al vino, lento, suspendido… como si todo ocurriera dentro de un solo instante dilatado.

No hay narración lineal, sino una espiral que vuelve siempre al mismo punto, pero más hondo.

El deseo, nunca avanza, solo da vueltas sobre su herida.

(Además está escrito con su propia música; léelo en voz alta… yo suelo escribir de oído.)

 

La frase.... "lo rojo de tus labios", enmarca algo que se añora, se desea, pero se halla distante y genera un dolor incierto, una pena desesperanzada.

Ya el poema es un sutil recorrido por la memoria de los sentidos.
Colores, brillos, sabores, olores, texturas, temperaturas.
El amor sigue una ruta incierta... se acelera, se estanca, vuela y se pierde, aparece intenso para luego desvanecerse.
Y el lector se pregunta... ¿seguimos?... ¿vale la pena sufrir las heridas de la decepción, del desamor o de la despedida eterna?....
Ignoro las respuestas de otros. Simplemente yo... sigo, aunque la dulce angustia de ver como se derrama el vino me duele... y a la vez enamora.

 

perfecto!