El Axioma del Capital en Crisis

Desde el búnker de mármol, sin tocar el cemento,

El Señor del Dinero dictamina el evento,

Con el cetro de su tarjeta Platinum,

Decide qué nación arderá de su álbum.


Paz es una startup, Guerra es la inversión,

Un mercado volátil que exige destrucción,

El oro no reposa si la gente no tiembla,

La divisa del miedo se cotiza y se ensambla.


Dice: "¡Hay que purgar! ¡Miren el gran excedente!

Tanto obrero y oficinista es poco conveniente"

Y prende la cerilla con un gesto de hastío,

Que la furia del misil es solo un buen desvío.


Los tanques son activos, la ruina es un stock,

La vida de los pobres, un simple knock-off,

Mientras se hace el recuento de los cuerpos caídos,

Sus acciones repuntan, ¡son genios bendecidos!


Luego, aparece en escena, con traje de lino,

"¡He traído la calma!", afirma el gran Casino.

"He firmado la Tregua, con mi pluma de titanio,

La humanidad me debe este milagro decano."


La clase media paga el impuesto de escombro,

La clase baja yace bajo el peso del asombro,

El amargado rico, que no sabe qué más tener,

Salvo el control absoluto de tu ser y no ser.


Compran el pleito, pagan por el dolor,

Y después hacen marketing de su acto salvador,

Su única religión es la acumulación,

Y el único evangelio, la manipulación.


Así la humanidad, entre el humo y el pavor,

Aplaude al bombero que también fue el pirómano mayor,

Y el ciclo se repite, infinito y atroz:

Compra guerra para comprar la Paz, suena la voz.


Alguno se resiste y a la moda viste,

pues el rebaño le inviste,

y no juegan el despiste, no,

se les ven la cartas, más no queremos verlas , no


¿Será el axioma de la humanidad en crisis…?
​

 

Está claro, paisano. No son tontos, saben que el mismo que ayudó en el Genocidio de Gaza, dando armas y apoyo, es ahora el que reclama el premio Nobel de la paz y el que fanfarronea por un acuerdo de paz que ya veremos que será más de lo mismo. Es un ejemplo como muchísimas otras guerras.

Es el humano, que es así de...

Salud.