El abismo orillero

el pensamiento
de un día espeso
fugitivo de dudas

las vigas de madera junto a la vía
cambios de dirección

los dedos anchos de un hombre
que se empecina en repetir sus días

breve viento
entre estación y estación
la monotonía del calor
de las casas en el mismo lugar

a los dos costados de la mirada
un alambre tejido nos distancia
del abismo orillero

unos ojos vidriosos enfrente de mí
se conforman
con la ausencia del almuerzo
los reproches en casa
la condena laboral

un eterno laberinto
en una pertinaz tierra injusta
extinguiéndose en nuestras manos
bajo nuestras decisiones
que consiguen asesinarnos
escandalosamente.

 

Son muy descriptivos tus poemas. Me parece estar viendo esa vigas de madera, esos dedos anchos.. El mundo es un eterno e injusto laberinto. Es verdad. Abrazos.

 

a veces me pierdo en ese eterno laberinto, Ramiro, la mirada se suspende y se tatúa un interrogante en mis pupilas...
otras veces me salen palabras de las manos y puedo "objetivar" esta realidad, separame y hasta descubrir los brillos que parecieran haber estado siempre, por todas partes...

me gusta compartir con vos mis poesías.
gracias por tus visitas

 

Me gustaron estos versos.
Abrazos
Chepeleón

 

me alegro, buen poeta...
abrazos

 

Es realmente placentero el paseo turístico que me dan tus letras cuando me describen un día cualquiera en el otro extremo de América. Gracias amiga.

 

me alegro que te haya gustado el paseo...
aunque a veces lo que se ve en este extremo de América sea un poco triste.
saludos!

 

Precioso Paula, ha sido un placer leerte!

Marcos.-

 

me alegro, Marcos, que te guste!
Saludos

 

Un poco de Paula siempre nos hace bien, mas en una mañana que se perfila lluviosa en este sábado cualquiera.

 

Querido Angel,
que la lluvia purifique tus mañanas...
gracias por tu presencia.

un beso

 

Este es uno de mis poemas predilectos por no decir el que más quiero y me empeño en darlo a conocer.

 

Es inmensa tu generosidad de compartir tu entusiasmo conmigo. Gracias!