efluvio

El niño se limpia las dulces comisuras de sus labios
Y dulces palabras caen como azúcar en su regazo.
Deja las flores en el florero de los recuerdos,
Se aprietan como ramos sin sus aromas,
promesas de lo bello y lo sublimado.

El niño tiene estrella y cuerpo de ángel,
Derrama la ternura por los costados,
Le hurgan las abejillas de sus panales,
Le pulen las costillas en sus enjambres.
Liba el niño infeliz de su propio pistilo,
Tallo hirsuto, madero de los castigos,
Un néctar alcalino como la sangre.

Sangre, cuerpo, fuego, luz de una llama,
Antigua luz con eco y voz de tambor,
Resuenan las caricias de tu mirada
Y vuelves al hechizo de tu canción

 

Amigo, seria bueno que ese niño, en vez de jugar sufriente con su pistilo, aprendiera a disfrutar de lindas orquídeas.

Un abrazo.

 

Veo que esta no te ha gustado mucho, supongo que más bien por el contenido. Hago lo que puedo Gustavo. Si supiera cómo, haría lo que tú dices. Pero como no, me quejo como un niño. Un abrazo

 

No, no pienses eso el poema esta lindísimo hermano y fuera de rutina. Simplemente expresa estados de ánimo humano, somos así. El poeta no es más que un pregón de las cosas que suceden no importa que se trate de uno mismo. Abrazos hermano.

 

Hermoso poema. Excelente el ritmo.

 

Gracias a los dos por vuestros comentarios, no se por qué no los había visto antes. Saludos

 

Efluvio que puedo decirte delicioso escribir y fantastico leerte vaya manera de escribir me ha encantado muchisimo es satisfactorio leerte amigo poeta saludos gran poema.

 

Gracias por tu presencia aquí Randy. Saludos

 

Degradación? no me gusta esa palabra, pero bueno. Gracias por tus palabras. Un saludo