Iceberg

Yo vivía en un lugar apacible,

en donde todos hablábamos colores en idiomas.

Con silbidos y armonías vueltas imágenes

por encima de nuestras vestiduras blancas,

en los días o en las noches de invierno

parecíamos tan compactos.

Tan desprovistos de visados y de lugares fijos.

Apenas el alto majestuoso,

cuando desnudos en los días o en las noches de verano,

embellecidos por gentiles collares de bruma,

emprendíamos la carrera necesaria

bajo el horno crematorio de la bóveda celeste.



Vengo de esa estirpe de cantores y corales de voces no audibles

y de extrañas orogenias retadoras de mortales valerosos.

Yo mismo llevo en la frente mi propio sello de hijo de rey.

Sucesor de los mechones adobados del glaciar,

plácido cisne de hielo,

aleteo en busca de los huertos de cristales.

Me orienta un relámpago de misión viajera

y ese rojo inquieto de horizonte en llamas.

Y atrás, los nombres con los que debí llamarme,

los combates que algún día estarán de vuelta

y los honores inconclusos

y moribundos

y sin expresiones,

que salpican mi cuerpo con espumas que nada saben de los pactos de los prismas.

Nada de secretos enterrados como raíces de árboles.

Nada de compuertas en costas de una angustia desbordada.


Sólo ondeadas.


Y esperanza viva.


Promisiones


hasta la humedad inicial.

 

Excelente poema, Herbert!!

genial... sin muchas palabras...

 

Muchas gracias, poeta Paula Valera. Tan motivadora, como siempre. Abrazos y saludos fraternos desde Puerto Rico,

Herbert Luna

 

¡Bravo poeta, bravo! ¡Que de imágenes bárbaras, carajo! (perdona el improperio) Nada más difícil que reiniciar en el camino perdido, y tú lo haces con una preciosa pieza que desborda lirismo e impecable técnica. ...y como el témpano de hielo buscas, una mar, una historia una orilla. Ahora no la sueltes hermano, eres demasiado buen poeta para seguir dormido.
Un fuerte abrazo hasta tu lugar en nuestra bella Isla. Todas las estrellas por supuesto.

 

Wow, poeta raulcastillo... Cuánto me halagan las palabras que trae un boricua en favor del iceberg. Recibo tus animadores comentarios... ¡y las estrellas! Gracias, compatriota... ¡Muchas gracias! Desde Bayamón, saludos de mi parte para tí y para los tuyos, donde quiera que te encuentres.

Herbert Luna

 

barroco musical poema

 

Un buen poema

 

Muchas gracias, poeta Will, por la deferencia de tu visita. Retorno en mutua amistad, abrazos duraderos y saludos. Aprecio de veras tu comentario, en este inicio para seguirnos leyendo. Si Iceberg fue buen alimento, como refieres, estoy entonces en triple deuda con la ventura. Desde Puerto Rico, en espectativa,

Herbert Luna

 

Gracias, poeta rodolfo garcia, por la deferencia de tu comentario a Iceberg. Saludos desde Puerto Rico,

Herbert Luna

 

Gracias, maguito. Tu visita es muy apreciada en este lugar.

Herbert Luna
Puerto Rico

 

Mi hermano! siempre admirando lo hermoos de tu poesía. este poema es de verdad magistral, sentimiento e imagenes. Un abrazo. josé.

 

Querido poeta Príncipe Negro: Muchísimas gracias por otra visita a los versos de tu hermano. Y me halaga sobremanera que hayan estimulado tu sensibilidad. Un abrazo grande,

Herbert Luna

 

Magistral, Herbert. Felicidades.

Un abrazo desde la distancia.

 

¡¡¡PEFE...!!!!!!!! Gran poeta, Don Pedro Ferreira. Aprecio tu paso por este rincón, especialmente porque "te veo" luego de mi receso vacacional y viajero. Junto con Iceberg remito para tí este párrafo portador de mi total gratitud. Abrazos mediterráneos.

Herbert Luna
Puerto Rico

 

Un poema a la flama de tu espíritu. Todo un viaje surreal donde se despejan los mundos. La nobleza del espirtu es un sello que funde todos los hielos. Me ha maaravilado esta escena surreal de uno que aclama y proclama su descendencia divina.

 

Gracias, poeta ERA por compartir tus percepciones sobre Iceberg y recrear la simbología que lleva consigo. Son muy acertadas. Me ha llenado de gran complacencia ver tu nombre apuntado en este espacio. Lo aprecio sobremanera. Mis saludos desde Borinquen,

Herbert Luna