Ví.

Ví,
vi con ojos asombrados de niño,
inocencia y credo,
las flores y sus gestos,
y azules
y turquesas.
y una luna color cielo.

Pero no eran para mí,
no eran
y no fueron

Y se tiñeron las auroras
se tiñeron
se tiñeron de otoño
y
silencio.
y quedaron en mis ojos de niño,
el otoño
y el niño
y el miedo.

Permanezco,
sí, permanezco,
sobrevivo,
o tal vez no,
y ya esté en el infierno.

Decidme:
¿Existe en el mundo un solo verso,
que pueda llevarme
que pueda prenderlo,
como se lleva
como se prenden
los besos?

 

Existen Luis, existen versos y besos que se pueden llevar prendidos siempre en el pensamiento.

Es un poema precioso, precioso.

Un besazo

 

Desde luego que los hay Luis, si no los hubieran, nada existiría.

 

Existe tu maravilloso poema. Permanece el nino, la pureza de tu corazon. Estas equipado no solo de lo que necesitas pero para cocrear con el Universo.

 

Existen. Yo me llevo los tuyos . Todas las estrellas y un abrazo con los ojos muy abiertos

 

No, no estás en el infirno, estás aquí en el verso, en la palabra, en el gesto, en la luz...

te dejaré un beso prendido de tu mejilla, espero y lo sientas.

y un universo de estrellas para que iluminen siempre tu camino.

 

¿Serán tan imprecisas las fronteras entre el infierno y el paraíso? Tal vez ocurra como en la vida terrenal en la que todo es bueno y malo, del orden del Amor y del DesAmor... y por ello viste ... desde el averno. Sea como fuere, siempre, desde tu mirar, nace Poesía Inconfundible.

Un Mar de Abrazos y Estrellas Marineras.

 

Querido Luis,

Ví éste, tu poema más reciente y me aprovecho de tus letras para pasar por ellas y saludarte, para recordarte, recordar tus versos tantos de ellos enamorados, tantos tristes, tantos melancólicos, la forma tan especial como plasmas tu sentir en la poesía, ésa que me ha deparado tantos momentos gratos, tantos bellos y contemplativos. Así que volver por estos lares dibuja anticipada una sonrisa, una que te comparto. Y pensando en tu poema, te diré bajo, entre nos: creo que existen muchos que se pegan, se prenden por todo el cuerpo, se cuelan, se destilan, se derriten en la pupila, se calan, se acunan en el pecho, se sufren, se añoran, se recuerdan, se empapelan, se aferran, se confunden con la piel, se internan, se inyectan, navegan por nuestro ser y sí, se llevan…, todos tenemos uno o alguno que nos despierta y nos trasnocha, que sabe a miel, así como un beso, como un dulce beso. Ya ves, leerte tiene consecuencias: sonreír, levantar la ceja en tono reflexivo, suspirar, el ojo que se nubla, se enreda el mechón de pelo… y muchos más.

Ya me voy, disculpa me he extralimitado, pero hoy quería pasar por aquí. El más cálido de los saludos cargado de infinito cariño y aprecio,