Del tiempo y otras muertes

A Rosana, el amor de mi vida...

Pareciera menester comprender
que aunque largo parezca
el instante entre el nacer y la muerte,
sólo se mide en centímetros
ésta síntesis de vida
con la que cuento para quererte.

Yo sé que a vos te alcanza
y que a mí, me sobran tus segundos.
Pero yo sé, que mientras dormís,
por ejemplo, tus ojos no me miran,
y que mientras me miras,
tus sueños no me sueñan.

Pareciera necesario,
o quizá, conveniente, inventar
una nueva concepción,
una nueva creación,
donde el hombre
más allá de sus ideas
pudiera ser inmortal,
donde ese fuego abrazador
no descanse en la memoria.

Porque no hay problema
cuando de horarios se trata.
Cualquier noche, cualquier hora,
pareciera la indicada,
tan sólo que se acaba
apenas comenzada,
y el instante de un beso
es más corto que el día.

Tenerte es un péndulo que me marca
el poco asidero de este plan divino,
y el percance de contar
con poco tiempo para amarte.
Y tal vez, sólo reste,
por ventura, pensar,
que en este estigma
de esperar el pactado ocaso,
no importe el tiempo que ha pasado,
sólo el que queda por vivirte.

 

Espero estar a solo cuatro centimentros de mi propia muerte a la que he bautizado como Lorena. Y de las otras que he experimentado no decidi ponerles nombre.

Un placer leerte,

 

Gracias Guadalupe por leerme.
Un abrazo.

 

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Yo sé que a vos te alcanza
y que a mí, me sobran tus segundos.
Pero yo sé, que mientras dormís,
por ejemplo, tus ojos no me miran,
y que mientras me miras,
tus sueños no me sueñan.

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Nunca sobra el Tiempo Amoroso. Y vos, vos supiste expresarlo de un modo bellísimo.

Estrellas y mi Abrazo.

 

Gracias como siempre Ciela por estar acá.
Un abrazo enorme.

 

Excelente cierre. Te lo aplaudo. Mis estrellas por tu obra. Un fuere abrazo.

 

Gracias Salvador por estar siempre aqui.
Un abrazo.