La Chica De Los Gusanos

LA CHICA DE LOS GUSANOS
(Recreación en homenaje al Poeta y Médico Baldomero Fernández Moreno )

La chica flaca, de la cara cenicienta,
la del pelo abundante y desgreñado,
la pobre chica macilenta y maloliente
que vacilante ingresó a mi consultorio...

Al separarle mugrientos los mechones
muy sucios, pegajosos de la nuca,
y entre el polvo de caspas que caía
como inocente y alba nieve en la camilla

pude ver aquel agujero negro infame
que la pobre carne putrefacta taladraba
y los gusanos gordos que entraban y salían...
Uno por uno los extraje con mi paciente pinza.

No fue compasión lo que he sentido
sino el asco más tremendo de mi vida...
por esa niña necia, enclenque y sucia
de quien curé la gusanera en ese día.

Y regresó a mi consultorio agradecida
en dos semanas para obsequiarme su canario
el que me canta sus alegres melodías
en las mañanas como un premio de esa niña!

Eduardo Morguenstern

 

Bellisimo poema , una historia que envuelve, fuerte y tierno, un placer leerlo.
Saludos.

 

entiendo poco de asquerosidades, pero con tu poema creo haber sentido un conato de náusea...lo que faltó fue una buena salsa, para enrollar los gusanos en un tenedor, y tragárselos...

 

^_^ sin duda Baldomero Fernández Moreno era un gran poeta, y asi fue tu poema, sencillista y atrapante como él, el tena de las asquerosidades la dejamos de lado, fue una increíble descripcion, ademas no hay mucho de qué sorprenderse, mucho menos siendo médico en Argentina...
Besos cordiales para usted poeta...

 

Querido Arturo:
Al agradecerte por tu comentario, deseo expresar que si bien el poema puede verse en el rubro de "asquerosidades" en realidad comenta que a pesar de que el médico, humano también, se asquee por lo que deba enfrentar, también puede encontrar la perla de la gratitud, aún en los más menesterosos, verdaderos Cristos necesitados de piedad.
El canario obsequiado es un símbolo de lo Divino, que también brilla (a menudo) entre ropajes harapientos...
Hay que encontrar la perla entre los contrastes...

EDUARDO MORGUENSTERN

 

Por lo menos como médico la curaste y te pago con creces, pero hay otros que dan la espalda a su credo y se alejan sin volver la vista atrás.A ello le llamo contraste . Un abrazo amigo.

 

Que bonita moraleja he hallado al final de este poema. El agradecimiento de los seres desprotegidos desprendiéndose de aquello que tal vez sea lo único que tienen...en el caso de esta chica, obsequió su canario y el médico nunca olvidará ese gesto que de un momento no tan grato obtuvo una bella recompensa...(el dinero no lo es todo, y en la vida, los mejores pagos nos llegan vestidos de tantas maneras sencillas...que bueno que todos supiesen apreciarlos)...Un abrazo inmenso Eduardo...!

 

Gracias, querida amiga Tuti por tus comentarios. Cuanto más sabio, más se reconoce el oro en aquello que el mundo desprecia. Hay un texto en los Evangelios Apócrifos que dice que al pasar El Señor con sus discípulos por un basural, estaba un cadáver de perro al sol, despidiendo nauseabundos olores, a los que los apóstoles habrían -según el texto- dedicado sus uffffffffff!! pero el Señor miró piadosamente la mugre del pobre despojo, con la boca abierta al sol y sólo dijo "Ni las perlas tienen el brillo de esos dientes"
Ruego alcanzar la mínima sensibilidad que me permita mirar no con los ojos, sino con el corazón.
Un abrazo inmenso.
:::hug:::

 

Tiene mucho que decirnos tu poesía,la no siempre agradable profesión de un médico (que ante todo es ser humano )y que como pacientes no siempre valoramos,por otro lado ,la gratitud de quien no teniendo mas que suciedad a su alrededor se desprende (provablemente) de lo mas hermoso que posee.Un abrazo caballero

 

Gracias, Rosarito!
Recibe esta rosa...
Eduardo.

 

Hola Eduardo, a pesar de la desagradable escena que pintas, se deja sentir la buena obra, tanto del médico que curó a la niña. cómo de la niña que regaló como agradeciemiento su canario. Interesante, Saludos
¡SONRIE!

 

En verdad en un momento el estomago hizo un revuelo de mariposas.
Pero también es cierto, que nos dejas una bella lección de la grandeza del ser humano.
Amigo bien merecidas te van las estrellas y una
estrellita verde junto con mis abrazos apretaditos.

 

Un poema, q denota facetas tan humanas... Besos