Quiero que no olvides

Quiero que no olvides,
las noches de guitarra y borrachera.
La mano tendida siempre que no hubo.
El camino duro,
la sonrisa agazapada.

Ya siento tus signos,
tus garras.
Recorriéndome,
como al diapasón de una guitarra

Primero fué una nota,
luego un acorde disonante.
Ahora es una estrofa toda de señales.
Me cuesta afinar al Sol en las mañanas.

Y tú, que me ves en este desconcierto
y me pides heroísmo y coherencia.
Quiero que no olvides
que soy un hombre apenas,
capaz de lo horrendo y lo hermoso.

Uno que quiso ser ave
y no tuvo más que una pluma.
Uno que eligió estar a tu lado en buenas
y no tan buenas.
Poniéndose viejo y tonto contigo
Contando lo que pasa,
lo que nos pasa.


(Para todos esas y esos, que están con la sonrisa agazapada acechando en cada esquina del camino)

(Escribí varios poemas con ese final para probar. Volví a mi vieja costumbrede empezar a escribir por el final, no sé si será muy prolijo que varios poemas compartan el final ¿?. No he visto a muchos poetas hacerlo.
Bah,
a nadie.)

 

Poeta del asfalto siempre tu melancolia como me encanta la profundizas la haces diferente dinamina de alguna manera para el lector seguro que no olvidara nada precioso escrito placer estar aca.

 

Y el final me gustó, así que, seguramente todos tus poemas con el mismo final me gusten
Muy lindo tu poema Luis,
un placer estar acá

-Solcito.-

 

Un saludo seño,
la puntuación no es lo mío.
Hay gente que ya no está, y era querida por mí, en este poema.
Si hubiera habido más gente como vos que te preocuparas por explicarle al que no sabe desinteresadamente, tal vez seguirián esas noches de guitarra.
Gracias por su dedicación hacia el prójimo.

Saludos
Luis