El enojo

Enojo

Por Andrés Amendizabal

La humildad procrea miseria,
crea regaños e insultos
cuando no hay igualdad,
maldita parsimonia
que viaja por los mundos,
dañando la piel del humano,
repartiendo como putas, indultos.

¿Pero acaso somos humanos?
Nadie es humano en esta vida,
vaya ironía,
solo simples animales;
nuestra inocencia ha sido perdida,
y aun pensamos que somos iguales.
¿Iguales? No me digas.

El enojo no es hacia ustedes,
no se ofendan,
pero es que tanta gente
alardea de viva, cuando ya
está muerta.

Esa gente recibe enojos,
porque regala porquería.
¡Ya basta!
No soporto más,
es mucho pedir quizá,
que aprendan a ser humildes,
que todos seamos humildes,
no rezaré por ustedes más.

¿Porque debo de ser humilde?
Si me tratan con desprecio
y desigualdad,
¡no aguanto más!

¿Qué es lo que esa gente piensa?
¿Que debemos ser iguales que ellos,
tener mierda en la cabeza?
¿Sentirnos miserables?
Piensen lo que piensen,
no les tengo miedo,
no tengo miedo, de decir la verdad.

En completo apoyo al hermano Fernando Pavlova, y en contra de los imbeciles que perturban nuestra mente con su estupidez. Jodidos sean. Amen.

 

bueno no se con quien estes enojado, pero me parece bien como te expresas.

 

Vaya gracias hermano, mucha fuerza tiene este poema tuyo, te ha salido muy directo, pero bastante enfocado, lleva un mensaje fraternal pero airado, un gran abrazo amigo...

 

Asi es, y ya me lo imagine .... Te amo.