Fractales...

Fractal presencia,
desordenada
en las postrimerías de la nada,
elucubrando inmoralidades
en escenarios laberínticos
y estridentes.

Fractal conciencia,
desubicada
en las designaciones de la nada,
reeditando vocabularios
en versificaciones imposibles
e incongruentes.

Fractal ausencia,
estatizada
en las inmensidades de la nada,
reinventando obscuridades
en impiedades tenebrosas
e intolerantes.

Fractal paciencia,
desorbitada
en las ambigüedades de la nada,
siempre asechando, siempre ocultada
entre solemnes vanidades
despotricadas.











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Reeditando vocabularios, este verso me encantó, tiene mucha fuerza tu poema amigo.
Gustazo pasearme por tus letras.
besosss

 

Buen poema. Deja salir algo de lo que lleva adentro, aunque presiento que se contuvo. Me gusto mucho.

Un saludo.

 

Pareciera que todo
usted se fragmentara,
al escribir esto,
genial
Saludos​

 

la fuerza de tus letras denota una denuncia interna a las letras que no terminan de salir desde los adentro de alguien ¿me equivoco amigo? me gusto

 

Sí, tienes toda la razón, utilizar nuevas palabras sacadas de las ciencias y de otras ramas del saber es parte de mi obsesión con la poesía, la palabra fractal sale de las matemáticas, y antes de las matemáticas fractales no tengo idea.
Gracias cariño por adornar con tu belleza mis versos.
Besotes.

 

Si en cierto modo sí, tal vez deba meditarlo, dejarlo crecer, amasarlo nuevamente y echarlo al horno a ver qué sale, de todas formas sería para otro poema sobre el mismo tema, gracias por participar amigo mío, es un placentero honor tenerte nuevamente entre mis letras.

 

¿parecía?, me fragmenté por completo cariño, y para recomponerme, ¿ni te cuento!, gracias por adornar mis versos con tu espléndida belleza.
Besos y abrazos

 

¡Sorpresa!, como muchas otras veces no capté los mensajes de mi subconsciente, al menos no a fondo, y ahora que me preguntas eso, he releído y sí, definitivamente sí; por un lado lo que callo por temor a enfrentarme conmigo mismo, por otro lado la rabia que me causaban sus silencios perennes, la inutilidad de preguntarle qué pensaba de ésto y de aquello, la impotencia al no saber cómo actuar, ni por dónde agarrarla para complacerla pues no la conocía ni se dejaba conocer....
Lo sé, ahora sí es verdad que no se entiende nada, pero yo sí que lo entiendo; ¡AHORA LO ENTIENDO!, GRACIAS CARIÑO, POR PARTICIPAR, me has abierto otra puerta a mi subconciente.
Besotes infinitos y abrazotes siderales.