Porción de riel hecha poema

Hora Pico:
Gusanos de metal
vomitan gente a los andenes.
La rutina gira,
los que van y los que vienen.
Caras alegres o amargadas.

El mundo es el mundo,
eso ya, harto lo sabemos.
La diferencia es lo que hace uno.
Diferenciarse de él,
o terminarse pareciendo

Progreso.
Estoy harto del inútil progreso,

El imperio del trabajo
necesita más esclavos.
Terminal rutina,
el tren que sale,
es el mismo que llega.

Moneda tras moneda,
junta el mendigo
Moneda tras moneda
caen los días.

Te pienso, mientras voy
prisionero a mis obligaciones.
Rehén por cobardía.
El trabajo perro, nos olfatea la necesidad
y no clava una dentadura
de doce horas por día.

Armate a sueños y coraje
¡Ciudadano!,
que caen los días.

Molinete trabado.
No puedo irme contigo.
La rutina gira,
los que van
y los que vienen.

El tren que sale,
es el mismo que llega.
¿Nos enseañarán ellos esta indolencia?
¿Nos contagiarán resignación con sus retrasos?
¿Confusión con su bamboleo?

Rieles gastados,
vieja locomotora.
Te pienso mientras voy por vía muerta.
Le erré al cambio de vía,
el desvío no me deja de nuevo,
decirte que te amo.

Lejos tuyo,
junto monedas,
como un mendigo.
¡Ciudadano cobarde!
¡Pelea,
que caen los días!,
tintineando en el olvido.

 

Luis, no puedo evitar sentir la integridad de tu poesía...la indignación humana de quien subsiste en esta zoociedad........Amigo, te agradezco por esa inmensidad humanista y poética de las palabras que compartís.