Arrayán de Quetrihué

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Arrayán de Quetrihué

Son testigos silenciosos,
con siglos de dar belleza,
de magia y naturaleza,
de su especie son colosos,
dorados troncos añosos.

Testigos de lo que fue,
como también escuché,
único bosque sagrado,
por ser su tronco dorado,
Arrayán de Quetrihué.

Eduardo León de la Barra
2008 - Villa La Angostura.​

 

Bella melodía logras y una buena descripción del bosque de arrayanes, un gusto.

 

Gracias, amigo Gustavo,
casualmente mañana a la mañana
hago la excursión para visitar
ese maravilloso bosque
por tercera vez en mi vida.
Un abrazo,
edelabarra

 

Me disculpo por la ignorancia pero, suena a algo en los alrededores de Perú o Mëxico, debe ser que el dialecto me recordó a los antiguos mayas imagino.
Me gusta verle cantar a la pachamama, así como a los sentidos, vá usted, cual péndulo de entre una y otras cosas.
Un gusto.
.:Tati:.​

 

Bosque altivo cuya imponente presencia
se intuye, Eduardo, en la música de tus versos.

Saludos.

.

 

Realmente debe ser una belleza.
amigo te dejo mi humilde huellita en tus bellos versos,cuidate, con mucho cariño, Anamar.

 

Por tu bella descripción
han de ser mágicos estos
bosques.verdad?
traéme una astillita si?
jajajajaaj -Bromeo-
que disfrutes tu paseo amigo
Besos

 

acabo de llegar de vacaciones en nuestro sur...
imposible no inspirarse, no?

 

Gracias, querida Tati, el arrayán es un arbol de tronco dorado,
con algunas vetas más claras,
que recuerda a la piel de Bambi, (Walt Disney) recuerdas?,
y en las cercanías de Bariloche, en el sur argentino, cerca de Chile,
hay un bosque compuesto exclusivamente de éstos bellísimos árboles,
que tiene un aspecto casi mágico y es considerado único en el mundo,
por la atmósfera dorada que crea el color de sus troncos,
cuando vuelva de mis vacaciones
voy a colocar una fotografía de las muchas que tomé, como encabezamiento del poema.
Es cierto lo que dices, que abarco muchos temas dispersos,
es un poco mi personalidad.
Te mando un abrazo,
edelabarra

 

Te quedó muy lindo y musical el poema que bien destaca la singularidad del bosque de arrayanes, único en el mundo, ya que arrayanes hay desparramados por varios lugares y en conjuntitos, pero no formando bosques.
Es mágico desde antes que Disney lo eligiera. Luego, tu poema reafirma esa magia.
Te doy un dato de otro bosque mágico y único: el de ombúes en la Barra de Balizas, Departamento de Rocha, Uruguay.
Abrazo
Ricardo

 

Muchas gracias, Enrique Floriano, no se trata de un bosque gigantesco, sino de árboles de unos 25 m de alto, cosa extraña para su especie, que en general no supera los cuatro o cinco metros, y además tienen un bellísimo color dorado, lo que da al conjunto un aspecto algo irreal y mágico.
Un abrazo,
edelabarra

 

Gracias, querida Anamar, sí, es realmente una belleza, es un parque Nacional, de protección estricta, tanto que no se puede pisar el suelo en este bosque, sólo recorrer una pasarela de madera de 800 m. de largo entre el mismo.
Un beso, edelabarra.

 

Bueno, querida Lulys, no sé en realidad si son mágicos, pero lo parecen y lo único que uno se puede llevar es la imagen en los ojos y en la máquina fotográfica. Así que la astillita te la debo.
Un beso, Eduardo.

 

Muy cierto, querida Paula,
sé que tu eres viajera que aprecia las bellezas argentinas,
como el Sur
y también las cataratas.
Un abrazo,
edelabarra

 

Leí varias veces tu poema.
Me hizo sentir en casa.
Yo soy de Villa la Angostura y recuerdo haber estado tantas veces en esos bosques cerquita de bariloche, siempre intentando descubrir las hadas y los duendes escondidos en sus troncos. Una sensación única, el sur y sus paisajes...son únicos. Gracias por este poema, por el recuerdo.
Un abrazo

Denn

 

Querida Denn,
me alegro que hayas leído mi décima,
con ojos locales,
en realidad,
cada rincón de la Villa,
es un regalo para los ojos;
todavía me queda una semana de disfrute,
después,
voy a extrañar este maravilloso lugar,
Un abrazo, edelabarra

 

Muchas gracias, estimado Ricardo, por tu comentario y tu aporte fito geográfico, jajaja,
conozco Rcha, pero no me detuve ante esa rareza,
la próxima vez que pase por allí, lo visitaré,
un abrazo,
edelabarra