Materia

Escarnecido fui en la enfermedad.
Dónde estabas tú, dios cristiano,
dónde tu fortaleza, dónde tu mano,
que yo obstinado en la solubilidad

del alma y fui presa de la finitud.
Curado por la suavidad de la mano
del hombre, no fui carne de gusano,
no me envolvió la madera del ataúd.

Creo en la eternidad que fluye en el beso,
en esta cárcel de amor, que aunque preso,
regurgita el dolor por las arterias.

Creo en la substancia, en la endorfina,
y en el humus como quien atina
con su alma en la materia, en la materia.

 

Buen soneto Felix, te mando un abrazo.

 

Un Abrazo para ti tambien Troylo