En un gélido ojal

Alejar los extremos es absurdo,
cuando todavía duermes a mi lado.
Cincuenta cicatrices en mis manos,
y tu ausencia, la herida en que me hundo.

Vuelas entre los vientos de tu mundo
y escapas de mis brazos enjaulados.
No recuerdo tus labios en mis labios,
y no puedo olvidar ni un beso tuyo.

La mañana es el pan de mi hemorragia,
que no conoce cálices ni vinos
en esta noche negra en que deambulo.

Se mueren las camelias que me dabas,
saltan de sus botones desnutridos,
y en un gélido ojal estoy desnudo.


Te sigo queriendo. Yo... no sé qué voy a hacer..

 

Amor ausente, cuanto dolor dejan tus letras y cuanto amor llevan.
Un besazo adornado de estrellas.

 

Como quisieramos decirle al corazón,
ya deja de amar,pero si aun el pudiera escuchar no nos haria caso, bellos versos,te dejo todo mi cariño,besitos,Anamar.

 

Gracias M.Mar. Llevas mucha razón en lo que dices. Y la ausencia por partida doble.. Un beso.

 

Gracias amiga. El corazón no entiende de intereses y sigue respirando. Un beso.

 

Que hermoso poema amigo Francisco, pocas veces escribes sobre temas así de melancolía, pero lo trabajaste muy bien amigo. Estaba viendo que tengo muchos poemas tuyos sin leer, de modo que hay material suficiente para detenerme un rato por todo ese tiempo que no te visitaba. Abrazos como siempre.

 

Entre la fuerza del amor y la consecuencia del olvido...dueles en este tejido de nostalgias. Un generoso abrazito y todas las estrellas para que atisben por el ojal e iluminen el momento...!

 

mira que buen poema me encuentro.

muchas felicidades, muy bueno.

saludos.

 

tristes versos nos entragas Francisco......el corazón terco, no entiende sólo ama. besos

 

Gracias amigo. Me alegra verte por aquí. Yo también te debo varias visitas. Un abrazo.

 

Muchas gracias Tuti. Duelo y me quejo, lo que lo hace aun más triste. Pero ya sabía que tendría que ser así e igualmente, me tiré de cabeza. Un beso.

 

Gracias Diego, me alegra que te haya gustado. Un saludo.

 

El corazón es un animal terco y absurdo. Un beso Azul.

 

Gracias Anita, estoy bien. Aunque a veces sufro mucho, muchas veces estoy muy bien...
Un beso.

 

Gracias María. Un abrazo.