Eres

.-Espiguita de amapola
flor silvestre,flor lozana
que hasta la Luna envidiaba
tu cara de porcelana.


Lucerito de mi vida
que te marchas con el alba
dejándome tras tu estela,
aroma fresco de malva.




José Hidalgo.

 

.-Ni la desfallecida beldad
del terciopelo,
ni el sándalo,
ni el ópalo amarillo,
ni los rígidos pliegues de la
lluvia de julio,
ni los pájaros exóticos,
ni el tierno corazon del niño
griego;
ni las primorosas libélulas,
ni la alta colgadura de
majestad que oprime los
palacios;
ni el borroso pais de los
espejos al acecho,
ni el mar por donde rige;
ni el canto misterioso del
azahar que cada noche ofrece
un goce nuevo;
ni la cúpula atroz de lapislazuli
embelesada entre venenos;
ni el espeso vino que recarga
los miembros de caricias
y hasta un cielo de púrpura
enaltece el bermejo alminar
de los deseos;
ni la humeda ribera
ni el ruido de la primaveral
fiesta en los prados;
ni el reflexivo aljibe
ni la rosa de cada día
ni el gentil esmero del
petirrojo;
ni la antigua Luna prendiendo
lazos de mi ave en los
sauces;
ni el fecundo rumor de las
abejas incandescentes en su
orfebrería;
ni un vespertino silbido de
alcaceles,
ni maderas de olor recién cortadas...........
..........,nada es,sólo tú.

 

.-Ni la desfallecida beldad
del terciopelo,
ni el sándalo,
ni el ópalo amarillo,
ni los rígidos pliegues de la
lluvia de julio,
ni los pájaros exóticos,
ni el tierno corazon del niño
griego;
ni las primorosas libélulas,
ni la alta colgadura de
majestad que oprime los
palacios;
ni el borroso pais de los
espejos al acecho,
ni el mar por donde rige;
ni el canto misterioso del
azahar que cada noche ofrece
un goce nuevo;
ni la cúpula atroz de lapislazuli
embelesada entre venenos;
ni el espeso vino que recarga
los miembros de caricias
y hasta un cielo de púrpura
enaltece el bermejo alminar
de los deseos;
ni la humeda ribera
ni el ruido de la primaveral
fiesta en los prados;
ni el reflexivo aljibe
ni la rosa de cada día
ni el gentil esmero del
petirrojo;
ni la antigua Luna prendiendo
lazos de mi ave en los
sauces;
ni el fecundo rumor de las
abejas incandescentes en su
orfebrería;
ni un vespertino silbido de
alcaceles,
ni maderas de olor recién cortadas...........
..........,nada es,sólo tú.