Abracadabra.

Cuando me gana la soledad
echo mano de la nostalgia.
Es como la chistera de mago:
saco tu rostro, Sandra,
después de unos pases mágicos;
unos polvos invisibles
y agarro por las orejas
tus besos olvidados en mis labios;
tus suspiros, mariposas azules,
baten alas hasta mis orejas
con el aire de tres fuertes soplidos;
los garabatos trazados por la varita mágica
convierten tus ojos en la tierra prometida.

Sin embargo,
ni la nostalgia,
ni el conjuro de un abracadabra
serán suficientes
para revertir el embrujo
de este corazón solo y hecho piedra.​

 

Una metáfora especial, tiene misterio, nostalgia y dolor tus versos. Muy bueno!! Tienes mucho por dar. ¡¡En verdad!!
Álvaro

 

Unsenderosinfin:
Agradezco tus comentarios y los valoro. Un abrazo hasta Uruguay.

 

Inesperado el cierre. Después de esa alegría tremenda, se cierne la tristeza en el cierre. Muy agradable la lectura. Llevas al lector de la mano entre tus versos. Un placer leerte.

 

savasppcc:
Me da gusto que sigas de cerca lo que he estado escribiendo. Saludos.

 

Creo que todo el inicio es una buena introducción para un fuerte y bello epílogo (hasta que veo que escribes algo crudo y pasional) jajajaja, vas bien

 

Boddah:
Bueno, hasta los aprendices tenemos derecho a acertar de vez en cuando, gracias por tu visita.

 

¡ABRACADABRA!: De un corazón de piedra fluye vertiente poética.

Preciosa entrega, Viento.


Estrellas y cariños.

 

Ciela:
Gracias por echarle los polvitos mágicos de tus ojos a mis versos.