Cuando

La razón me quita trozos de conciencia mientras
los suspiros me son devorados por insectos incapaces
que han invadido mi corazón,
son los insectos del desamor, ahora ya todo esta desolado
un lugar hostil donde no se puede vivir,
eso queda ya de aquel jardín esplendoroso que un día existió,
que hoy por tus insultos se murió.

Yo quise ser aquella,
aquella a la que amabas
yo quise ser tu sol yo quise ser tu luna plateada.
Hoy pierdes un trozo de confianza,
hoy pierdes a la desesperada madrugada.

Manos grises que aplastan los sueños,
de un pequeño grito que sale de mi boca casi cerrada
por las palabras que no pude decir.

Si ahora no escribo por ti;
sino por aquel que es casi tan insolente que no logra ver,
que estoy aquí esperando por él,
que estoy aquí más viva que antes,

Que estoy aquí
y solo espero por una mirada vacía
que llenara mi interior
aunque sea de ironía porque así lo ha querido Dios.

Oh viento poderoso,
que has de llevar en tu aliento mis cenizas
cuando ya no quede nada, cuando ya todo lo de,
cuando es la razón para invocarte o ser inexplicable,

¿Cuando llegara el día en que pueda descansar?,
cuando sera que mis manos dejen de escribir versos marchitos?
que puedan diluirse en agua bendita para así
poder destruir el enorme engaño que vivo.

Cuando te darás cuenta que estoy aquí y te necesito,
cuando comprenderás tú,
al que he amado y hoy he olvidado,
cuando comprenderás tú al que no amaba y hoy lo hago,
cuando sera que se den cuenta que sigo, esperando,
esperando el día.

Grace M. Perez Baltodano.

 

Tenaz escrito con buenos detalles en e l ritmo, con algunas auscencias de tildes, pero con gran sentimiento desde el principio. Muy buena lectura contagias con tu escrito. Me agradó bastante.

Andrés Amendizabal

 

Un placer leerte... Se pueden sentir tus frases... Oh la espera incansable, de aquel amor que parece no querer sanar heridas, de aquel amor que no quiere regresar por una vida...

Nostras vemos las cosas como queremos, pero la realidad es muy distinta...