La memoria que sana

… cuando ese sentimiento [de lo onírico] cesa es cuando comienzan los efectos patológicos, en los que ya el sueño no restaura, y cesa la natural fuerza curativa de sus estados: Federico Nietzsche


Soñar es un oculto resplandor,
una ida al templo en cotidiano rito de reposo.
Este quehacer de la noche me cita con la luz
y el Dios del Sol, que es vida cósmica.

Voy a restaurar mi sueño en esta edad sin círculo.
Cuando no haya más luna que el alarde de los cuerdos
que se disfrazan de falaz coherencia, sin lógica
que les justifique ni en el alma ni en la carne,
voy a invocar a Apolo, dios del arte.

Me uniré a la bacanalia de la noche
con mis hermanas que invocan a Dioniso.
Tendré, por llave hacia sus puertas,
dos sueños de los míos, el más solar
y el más nocturno.

Restauraré esa memoria
(porque los sueños se apagan por insuficiencia
de amor y gratitud con el mundo, por resignados
que estamos a la prudencia tonta y al no ser comunicantes).

Voy a desatar los ríos del rico plasma etéreo
cuando sueñe esta noche.
A mi memoria bajaré como a un abismo
y pediré visiones y metáforas y símbolos
y las gloriosas sonajas, o las sutiles voces,
esa vida suprema, intensidad del espíritu
que no engaña por capricho.

Códigos tiene que son eternos, subterráneos,
primiciales. Bruta abundancia, quizás.
¡Dejad que el soñador haga su parte y no olvide!
pues el sueño es sincero y se posiciona fielmente
en su noche, te engancha y no encubre del todo
las urgencias básicas de lo real.

3-11-2000 / De El hombre extendido

http://clopezdzur.blogspot.com/2008/02/respuesta-de-hilas-quien-lo-busca.html

 

Gran importante cosa que es el sueño.

 

Que los sueños sean un escape a todo lo que llame y sepa a poesía. Me gustó sobremanera el lenguaje y la expresión del tema muy bien trabajado. Un gran abrazo, poeta.!

 

Sueño, entonces soy.

 

Soñar y nada más.
excelente escrito
felicitaciones por el reconocimiento
un gusto de verdad
Saludos​

 

Mi enhorabuena poeta,premio merecidísimo,un saludo.Rosario

 

Más de una vez me he preguntado (quizás algo influída por autores que he leído) qué es lo real realmente, la vigilia o lo onírico.
Ciertamente, en momentos de placer soñador, todo parece posible y, en las locas imagen y sensaciones que se sienten es que nos basamos en considerarlo irreal pero, no será que en los momentos en los que actuam,os como robots predeterminados es cuando dormimos y aborrecemos lo eterno?
Pasamos de sentirnos plenos, a sentirnos limitados, innecesarios y con miedo.
Quien sabe, personalmente, que me dejen con mis sueños, si ahí están es porque una función han de cumplir, es más, ¿cuántas veces los sueños logran hablar de cosas que jamás habíamos pensado o que más tarde suceden?
Depende de cómo lo veamos y de cuánta importancia le demos... cada individuo es intér`prete de sus propios sueños.
Para el que busca son aliados honestos...
Un gusto, caballero.
.:Tati:.​

 

Tati, gracias por visitarme y compartir. Me hago las mismas preguntas; me contesto igual, me gusta soñar y alimentarme de ese plano de energía del que sólo podemos disfrutar tan poco tiempo, porque el espacio-tiempo, el mundo no-subjetivo ni sutil, nos jala a lo «real» (malla de la Maya) y nos impone sus leyes, límites y racionalidad...

un abrazo


http://www.blogmyway.org/?w=carloslopezdzur

 

es cierto por desgracia. los sueños y los sentimientos no terminan por cubrirnos el alma, no nos llena como dicen. en todo caso siempre son un buen placebo, en especial los sueños
ius

 

Gracias por tu comentario, Guerrero. Saludos.
CARLOS