En tu suave y ligera compañía

Comparecemos aquí de mutuo acuerdo
para celebrar con orgullo nuestro compromiso,
diez años comunes nos preludian
un sinfín de inéditas melodías,
en una vibrante y silenciosa compañía...

La amistad cultivada con esmero,
con el cariño delicado de lo vulnerable,
vive y acompaña nuestras horas
florece al calor de los latidos,
en una rítmica y pausada compañía...

Millones de instantes felices
con hilos radiantes de amor se tejen,
tendemos una red de finas perlas,
dormimos bajo el arrullo de las olas,
en una segura y tranquila compañía...

Cuando sintamos miedo diremos madre,
y siempre en nosotros reinará risueña
la infancia que habita en nuestra mente.
Sentiremos su incorpórea presencia
en una mágica y perfecta compañía...

La trama de nuestras vidas se encuentra unida,
abarcando las horas, abrazando los días,
anudando los amargos momentos,
sonriendo al gozo y a la dicha,
en una sentida y callada compañía...

Cientos de horas, de fechas enlazadas
por una sabia, compartida presencia física,
ausencias pobladas de canciones,
al sol, al mar, al viento,
en una húmeda y salada compañía...

Y cuando se enfríe el magma ígneo,
y la Tierra se disperse en millones de asteroides,
el hondo caos registrará en su seno
los ecos serenos de la eterna vida,
en tu suave y ligera compañía.

 

Daniela bienvenida al portal y bueno que gran entrada la tuya me parece de alguna manera por decirlo asi triunfal por que tienes un un precioso vocabulario y se enlaza cada renglon muy bien me ha encantado un beso poetisa saludos.

 

Gracias Francisco Iván por tu atención a mi poema y por tu cálido recibimiento. Este poema es el último que escribí hace ya algún tiempo. El único además que, hasta ahora, he escrito como regalo para personas concretas. Estoy recién llegada, es verdad, el viernes pasado buscaba lugares para la Poesía, y el primero que salió fue este portal. Me alegro enormemente de haber cruzado el umbral. Tengo cientos de poemas que duermen el sueño de los justos en el fondo de los mares informáticos, muchos de ellos también en papel. Hasta ahora no he sabido qué efecto podían causar en otras personas. Sobre todo me interesa la posibilidad de dejarlos ahí, a la vista de todo aquél que quiera sobrevolarlos. Seamos conscientes de ello o no, escribimos para que otros nos lean y nos conozcan, para compartir la experiencia humana de la vida. Es, incluso, especialmente interesante que los que nos acercamos seamos de aquí y de allá, y sólo nos conozcamos por nuestros poemas. Realmente me da mucho apuro hacerlos llegar a las personas conocidas. Hay dos razones para ello: pueden no compartir tu afición con lo que las pones en un compromiso de lectura, y quizás porque te conocen te resulta más difícil dejar tu interior al descubierto. Los poemas dicen tanto de nosotros mismos... Cálidos besos en primavera.