Mary

Mary tiene la edad de mi madre
lleva quince días con el mismo vestido
y al parecer la dieta no la ha funcionado…
cree que la miro
porque mi glande suspira por sus labios,
porque encontré trabajo esta semana
o d’i un golpe de estado a la suerte
y me saque la lotería.

A Mary no le alcanza para la liposucción…
aun no se encuentra un fósil
que tenga un yate en Miami Beach,
y la gravedad insiste en usar
sus tetas de despertador
para el próximo Newton…

pero Mary es una mujer con sueños…
quiere cosas que brillen mucho
cacareos de un motor con acento alemán
un entierro lejos de este tubo
y su clásica jauría de borrachos.

Mary habita su esquina
sin cambiar de carnada…
encalla en cada mesa
buscando un sueño…
tal vez
asesinándolo.

 

Mary, cuanto vale?

Lo mejor de esta vida es que aún soñar es gratis, saludos.