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El temblor de mis manos
atenuado por un cigarrillo
sólo es superado por esa
sensación de vacío a media tarde.

Tu nombre,
ausente en mis palabras,
se pierde en mi garganta. Late fuerte,
aparece en la punta de mi nariz,
se despide y viaja
dejándose sentir de cuando en cuando,
como un garfio sin prisa.
Llega hasta mis ojos y hace que estos
aumenten su volumen: crezcan.

Sujeto el teléfono despacio,
lo arrojo maldiciendo:
— ¡Otra llamada perdida!

 

Esa loca espera de alguien que uno desea tener contacto y esa incertidumbre por que no llega.Buen poema amigo.
Te dejo un link para que igual me dejes comentario:

http://www.mundopoesia.com/foros/poemas-de-amor/138040-resurgio-el-amor.html

 

hacer jongleries con esta ausencia tan inquieta es ganar el lector; me ha gustado!

un saludo!

 

Muchas gracias, Hector, Hada y Ravieta, me alegra que les haya gustado, un abrazo para cada uno!