A Maebi, Diosa Del Alba

Donde estas rota y delgada

con tu llanto colgado esta mañana,

con tu voz sola hilando mates

perfilando telas de los telares

y abrazando a los que se reencuentran

en los labios fríos de las almohadas.



Donde esta tu palabra navegante, navegada,

marinera y frutada,

Donde fueron aquellos ojos rotos

tus salivas perdidas, donde tu amable mirada,

donde la ley que se pierde en la distancia.

tu cuerpo de aguja hilvanada

y tus tinteros de plumas que bordaban

poemas en las lágrimas.

Donde las sonrisas penitentes

partidas por el llanto y la palabra.

Donde tu pelo corto y rubio que me atrapaba,

tus ojos cristaleros de la noche,

la ira tuya desbocada.

Donde tu “boluda” carcajada.

Estas donde los trigos, donde los ríos fluyen,

donde nadie es aire y pincelan nadas.

Estas donde mi alma no te alcanza.

Amiga mía que mi voz te busque al alba.



José Cercas

 

¡Qué bella nostalgia poética inspiran tus evocadores versos!
Un saludo.