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Marco Antonio y Cleopatra

Tema en 'Poemas Melancólicos (Tristes)' comenzado por carlos lopez dzur, 22 de Abril de 2008. Respuestas: 3 | Visitas: 600

  1. carlos lopez dzur

    carlos lopez dzur Poeta que considera el portal su segunda casa

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    (Receta del suicidio sabroso y perfecto)


    Al despertarse en la mañana
    (porque ha sudado el luto de la noche),
    mire a todos lados, dice Marco Antonio.
    Los ojos de Cleopatra
    tendrán que ser sus lámparas.

    Añore, adivine, busque ese olor
    que en la cocina del mar navega
    como si anunciara al apetito
    el caldo más gustoso,
    el plato de la honra.

    Desvista a tal deleite,
    dice Marco Antonio.
    A la nariz, desposítela
    bajo el mismo descanso
    que la boca disfruta,
    llenándose de pelos.

    Sepa que es ella que sale
    hacia los deltas más ricos en aras
    de sus sueños más escondidos e inéditos,
    peregrina entre pirámides de la mar.


    2.


    Cleopatra hierve, condimentada,
    con la espesa y sólida carne,
    grata de aroma, dulce a los labios.
    Sumérjase en el hambre de probarla,
    dice Marco Antonio;
    hágasela de desayuno y cena.

    No se detenga. Cocínela.
    Subviértala en sazón bajo sus costillas
    y cíñala al gesto de sus manos, con gusto de canela.

    Que aprenda la ternura con que su boca la quiere
    y el rigor de la vara que manda en el apremio;
    su vientre es femenino y no tiene sequedales
    sino traviesas barranqueras
    para el cordero que se niega al degüello.

    Ella es el gneis, lo más profundo,
    gaia que hierve en el plato fecundo de la tierra...
    (¡que no se enfríe, dice Marco Antonio,
    ni cese su empeño de comerla!)


    3.


    Encímesele para cortarle a besos todas sus venas
    y chupar las leches de sus misterios juveniles.
    Que ese guisado exótico se quede consigo
    cleopatriándole en su nueva patria de delicia.
    Para mi plato se hicieron sus caderas,
    dice Marco Antonio.

    Ella es la nalga que salva.
    El Lobo que habría de venir.
    La prometida Vulva Celestial.

    No hay otro paraíso que dejarse oprimir el vientre,
    llenándose epicúreamente de ella y de su ombligo.
    El banquete de sus huesos
    sobre nuestros hombros,
    rechupados tobillos,
    salados por nuestra boca
    y pantorrillas en alto,
    convertidas en cielos...

    Ponga una cucharadita de malicia
    a esa fusión de algas y olas,
    a esa entrega de maromas marinas.
    No es tanto una guerra la que lucha.
    No es una venganza.
    No es una agresiva avanzada de la adrenalina
    para sembrar telarañas en la sangre
    y vergüenza en los nervios.

    ¡Es un regreso a la patria de Cleo,
    un consumo, un banquete,
    el repartimiento de secretos callados
    que la carne tiene y que, con amor, despiertan!
    ¡Pero no la pierda, dice Marco Antonio:
    Cleopatra no aparece de ordinario!
    No se le tiene siempre.


    4.


    Ella no se tienta con el primer baboso que la invoque,
    ella no pide la mirada prestada ni se mira en cualquiera.
    Los ojos que ella trae, borrachos de ahínco,
    tienen ganas de salvarse
    de la estúpida obviedad que la circunda.

    Son rivales del falso amor
    y del diseñado sub-comportamiento
    y por eso son dos lámparas quemantes,
    y por eso son las rutas al suicidio
    y a la redención incomprensible.

    Cuando Cleopatra ilumine su mañana
    y el hambre le torture, con ansias de bocados
    apasionadamente nuevos y emergentes,
    sedúzcala sobre las alfombras,
    dice Marco Antonio,
    en los pasillos de las oficinas,
    en los estacionamientos,
    en los ascensores o en los parques públicos
    del ansia, en la privacidad de las torres
    del anhelo que se pinta imposible,
    a los cuatro vientos de los mares...
    y ésto será delicia en la boca del áspid
    y, sin duda, complicidad de amantes,
    que han hallado, por fortuna,
    la forma más perfecta y sabrosa de matarse.

    http://carloslopezdzur.blogspot.com/2007/07/marco-antonio-y-cleopatra.html
     
    #1
  2. Itamar

    Itamar Poeta asiduo al portal

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    Wow, sin palabras... impactante. Cleo no es Cleo soy yo, Marco Antonio no es Marco Antonio es el XY que quisiera que existiera. Indudablemente no soy Cleo pero he soñado y por minutos me he prestado de cuerpos ajenos para vivir. Estrellas caballero y mi felicitación. Kiss :)
     
    #2
  3. carlos lopez dzur

    carlos lopez dzur Poeta que considera el portal su segunda casa

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    Gracias, Viavianne, por tu lectura. Me place que te haya gustado.
    Afectos, carlos
     
    #3
  4. carlos lopez dzur

    carlos lopez dzur Poeta que considera el portal su segunda casa

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    Bienvenida a mis letras. Me alegra
    que le haya gustado. Saludos,
    carlos
     
    #4

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