Excepto tù misma, nadie puede ser

En què te has metido mujer,
un poco màs de soledad de pez
serìa un buen caldo de cultivo,
mientras te quitas y te pones razones
tu corazòn quiere excusas.
Què vientos antiguos te han echado el cerrojo?.

Sìrvase un pensamiento de acero
senora mia
no estarìa del todo mal,
Dios a cada cosa le dio tiempo y ceniza.
Si descubren que crepita,
le pondràn al cuello extrana soledad.
Antes de que un encanto comprometa su palabra
y padezca de angustias prematuras,
sea como Alfonsina
pero sin Ofelia.

 

Hola Vivianne, como siempre, cuando pasas dejas tu dulzura. Gracias por tu comentario, no crees que realmente todo lleva tiempo y cenizas?, lo que no nos damos cuenta. Un abrazo Pilar.

 

El padecer de «angustias prematuras» por ahí es que está el misterio y fortaleza de este poema, porque es un poema aconsejativo, «sírvase un pensamiento de acero», una clara llamada a la ubicación y la respuesta: nadie puede ser --- excepto tú misma, vívete...

carlos

 

Volaría como cometa al viento
entre los montes de tus horizontes,
hasta la pradera que espera a la primavera
despierta por el aroma que se hace recuerdo.
Cruzaría el puente colgante de tus brazos
para fundirme en el más tierno de los abrazos.
Hoy desperté soñándote
en un bello sueño,
y volví a preguntarme:
¿Cómo será un amanecer a tu lado,
junto y envuelto en este sueño llamado amor?

Un verdadero honor leerte en esta majestuosa composición, duweña del verso que encanta y de la voz que canta.

 

Razones que van y que vienen, muchas veces no paran.

Un placer leerte,

 

Como siempre amigo, angustias prematuras, tù si sabes de què hablo, en la mayoria de las veces las vemos venir y no las queremos aceptar. Gracias un abrazo Pilar.

 

Gracias Victor, tu comentario siempre muy alentador. Recibe un abrazo. Pilar.

 

Gracias sabine, es cierto, razones, siempre razones, un besote Pilar.