Yo soy el Caminante secreto del instinto

El caminante vio al pordiosero,
al ser extendido en las quejas
de su desdicha amarga.
Lo escuchó, tan maldiciente, tan herido.

Dijo que cada instinto en él es tan perverso.
«Sigue de largo, apártate», me pidió.
Es capaz de armarse y de matarme.
«Todo lo que tengo es mala sangre».
Un criminal coraje, una energía
que se expresa en delito, odio caníbal,
lujuria tenebrosa de molicie.

El caminante, tranquilo e inmutable,
se acercó. Lo abrazó, venció sus resistencias,
aspavientos, sus gestos execrables.
«Yo sólo sé hacer daño.
No me provoques, caminante».

Fue cuando más se acercó curiosamente.
«¿Qué es lo que tienes, dijiste?»
Instinto malo. Malos instintos.
«Mala sangre, bajeza, mal instinto».

«Pues estás equivocado.
Todo los instintos son la nobleza inicial,
la enseñanza provisoria para el cuerpo.
Cada instinto es una esencia necesaria».

Sin instinto no hay agua que sea valiosa
ni bestia ni hombre que la busque.
Sin instinto no hay humanidad ni fauna
ni hembra ni ovulación ni cigoto;
no hay hermosura, sin instinto,
ni caricioso beso, ni copulantes ansias.

El instinto es un regalo que nos dieron.
La primera grata forma del abrazo,
el primer vínculo biológico del Ser
con cada ser-dispuesto, sintiente,
posible, abierto.

Sin instintos, no se quiere la vida.
No se come, no se protege ninguno
del invierno y el frío, no se víste
el que anda desnudo, no se desnuda
ninguno para los manantiales.

Nada es, tan primordialmente noble,
tan primitivamente próvido, como el instinto
que alimenta, que defiende, que avisa
(que te huye del riesgo amenazante).

Ama, amigo mío, el instinto,
el buen instinto, el siempre noble
ángel de la guarda en el abismo oscuro.
El instinto es el susurro más antiguo
de la vida, el olfato de los dioses invisibles».

Y, ¿quién eres tú que me declaras éso?
«Yo soy el Caminante secreto del instinto».

3-12-2000 / De «El hombre extendido»

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En mi libro «El hombre extendido», el título es «El Pordiosero» (8)

 

Gracias, Maramin, por tus comentarios
y siempre agradable paso.

un abrazo,
carlos

 

al leer tus letras dicen la verdad,nuestro instintos los vemos a cada momento de la vida cotidiana ,en el amor ,en los hijos...en la muerte, frases para reflexionar...un gusto volver a leer tus letras.cariños.

 

Me resultan muy interesantes tus poemas.
Hay trabajo, estudio, investigación.
Creo absolutamente en el instinto.
Excelente poema..De los que a mi me gusta leer.

Cariños
Te dejo link de mis últimos

http://www.mundopoesia.com/foros/po...l-pasado-rompio-sus-agujeros.html#post1427768

http://www.mundopoesia.com/foros/po...teistas-y-o-filosoficos/148171-oscuridad.html

 

del instinto a la pluma, del teclado a felicitarte.
Excelente amigo Carlos.

 

El instinto, algo innato en nosotros, siempre a la sombra de la razón, ignorado pues nos hace recordar que somos animales, y eso esta fuera de lugar. Magníficos estos versos amigo, me gustó mucho su poema, hasta pronto...

Un abrazo.

 

Gracias por tu paso y lectura, Greta.
carlos

 

Gracias, Beatriz.
afecto,
carlos

 

Aprecio tu mensaje y presencia.
saludos,
carlos

 

saludos y agradecido de tu lectura, adelfos,
carlos

 

"El caminante, tranquilo e inmutable,
se acercó. Lo abrazó, venció sus resistencias,
aspavientos, sus gestos execrables.
«Yo sólo sé hacer daño.
No me provoques, caminante»."

"El instinto es un regalo que nos dieron.
La primera grata forma del abrazo,
el primer vínculo biológico del Ser
con cada ser-dispuesto, sintiente,
posible, abierto."

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No había tenido la oportunidad de leerte y recién caigo en cuenta de cuánto me había perdido.

Tu poema me ha encantado, por el trasfondo social y por todo lo que el en si mismo implica. Esas dos estrofas son las que mas me han gustado, en realidad, mas que gustar son las dos estrofas que me han hecho asentir suavemente.

El abrazo.. uhmm el abrazo, la expresión mas solidaria de entrega, la forma mas natural de vencer todas las barreras autoimpuestas por el ser humano, ese gesto del caminante es el gesto capaz de estrechar distancias y de socavar murallas... el segundo, una gran verdad contenida entre los brazos de un gran abrazo.. el instinto es un don.

Ojalá todos los seres humanos siguieramos dulcemente nuestro instinto.. cuantas cosas serian diferentes no?

Indiscutible, me encantó tu poesía...

Mis sonrisas...

Monimar

 

Agradezco tu comentario, Monimar.
Un abrazo.
carlos