El amor tampoco entiende de juegos.

EL AMOR TAMPOCO ENTIENDE DE JUEGOS.

Le propuse jugar a algo y me miró indignado, dándome cuenta en sus ojos que no hay más juego que la vida misma.

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Tres, dos, uno, quiero...


Quiero jugar a las noches esquinadas
-yo hago de enamorado y tú de luna
inmensa en el horizonte
entre el manto de furcias estrellas,
escondidas por el tronar de orquesta
y las balas de tus besos
acribillando todo limpio pensamiento-

Quiero jugar a odiarnos
y el primero que diga un fugaz te quiero
hace ganar a ambos.

Quiero a jugar a matarnos
-sin mentiras- Revivir, morir, revivir, morir...
para volver a renacer
-siendo nuestro reflejo el principio de la vida
y sabiendo que el mejor amor
es el sufrimiento mutuo-

Quiero y querré siempre jugar a quererte:
odiándonos a través de la noche,
matándonos sin mentiras,
jugando a las guerras de amor
de las que duelen de gusto;
yo hago de Jasper y tú de Alice
¿Quieres?


Tres, dos, uno, quiero...
(La cuenta atrás hacia tus besos)

 

Es muy bueno este poema Quenser.

Un juego a la guerra en la que ambos bandos salen victoriosos.

Un placer leerte de nuevo. Abrazos

 

Gracias por leerme amigo Troylo siempre es un placer recibir buenos comentarios, respecto a lo del amor vamos tirando, no todo es tan fácil.

 

Precioso juego el que propones en este gran poema un placer leerte un abrazo

 

Gracias a ti por pasarte, yo lo llamaría un partido de sentimientos en juego, pero no me hagas mucho caso aún no he madurado. xD