La ultima vez.

La última vez que lloré
creo que fue el día que el mundo se violó mi utopía…
o fue la vez que no pude clavarme esa aguja
y matarme de un aeroembolismo?
No se…
ahora tampoco tiene mucha importancia.


Pensé que me había curado del efecto gravitatorio
que provocaban tus nalgas en mis manos,
pensé que no extrañaría tus besos fermentados…
esos besos matinales y medio descafeinados
esos besos que sacabas de la alcantarilla de cualquier madrugada
besos de puta iletrada
besos que fueron el torniquete de varias auroras…
la mordaza de estos martillazos a los que apellido poesía.

Pensé que perderías mi rastro
que no sobrevivirías a otro aguacero de mi amnesia
que ibas a izar tu ropa interior en cualquier iglesia de Itaca
mientras yo seguía buscándome en el mapa de esta era
pediendo asilo en cualquier neurosis o isla sin demasiados náufragos…
pero esta soledad padece de tu aroma
y me tira de salvavidas
un montón de esquinas que editamos con abrazos
la constelación de lunares que es tu espalda
tus nalgas lacónicas
tu cintura de cordillera abreviada….

y no se salvarme,
sabes que tengo vocación de mártir
y odiarme es mi único talento.

Pensé que ver las manos de otro tipo
gravitando tras tus nalgas no seria un gran evento
pensé que mi machismo aun lo estaban ensamblando
pensé que mis celos no habían superado la quimioterapia…
que el orgullo aun me seguía en coma
que no me importaba poseer mas que este ataúd con signos vitales
que el “nosotros” se había divorciado en “tu” y “yo”
que este corazón desechable no sabia doler.

Pensé
como siempre mal y demasiado…
que un año después significaba olvido
que para hoy estaría en otros labios enjuagándome de vida…

pero tu siempre supiste ganar,
siempre tendrás un par de piernas que abrir
y así sacudir el vació de tus sabanas…

yo siempre tendré unas venas contra las que atentar
y unas sabanas para arrullar mis abismos.



Ya!!
ya recuerdo la ultima vez que lloré…
pero lo siento
hoy tampoco veras ni una lagrima.

 

Hola amigo, no me queda la menor duda que has creado un tremendo trabajo, te dejo estas palabras antes de leerlo no se cuantas veces más. saludos.

 

¡Qué poemazo! Entre el orgullo y creer que existe el olvido...
Saludos.