Mis efímeras Centurias

Yo fui el último pasajero,
entre tonadas y boleros,
salté las bardas lisonjeras
con mis tacos y remeras.

Ví cosas que nadie ha visto,
corazones profesando cordura,
colmillos buscando ternura,
imperios venerando al Cristo,

Atestigüe el fin de la entelequia,
con su lecho y su sustento,
arribo el mundano polvoriento
por el pasillo de la acequia.

Carcomió el último firmamento,
con los espejos sin comisuras,
la luna le privo de amarguras
en la cresta del portento.

Poco hace del mito aquel,
lo recuerdo como el viento,
vi difuminarse todo el tropel
en los pantanos de ese tiempo.

Hoy retorno como vestigio,
talvez sea el postrero cimiento,
sediento de reseñas y litigios,
voy camino del cemento.

Y si me profesan por ventura,
los herejes y creyentes,
sepan que estibo con bravura,
esta milonga de indolentes.


.

 

Siempre vemos cosas que ante los ojos de los de mas no se ven, es el camino de la vida…me encanto tu poema, como siempre amigo…
Un fuertísimo abrazo

 

Lo mejor de ser el último pasajero?...poder ver lo que otros se pierden por ir de prisa, poder acomodar mejor el equipaje y reafirmar el boleto del -no regreso-...nada vuelve a los ojos, o todo se puede ver siempre con una perspectiva distanta a los mismos...un gran abrazo admirado para vos, Patricio.!

 

que poemazo amigo, hay poesía, hay intenciones y emociones... que efímeras sensanciones, esas que sabes transmitir con talento y armonía... Un Abrazo... Ramiro

 

Interesante estilo y grandes letras plasmas en tu obra. Un placer leerte.