Abrazado por la muerte:

¡Sí!
te tenía miedo; hasta que me deje abrazar por ti…
fui yo quien te llamaba
fui yo quien te esperaba en las noches
y hasta suplicaba que llegaras.

Imaginaba tu presencia
cálida y oscura
pero sabía que me iba a llevar
a la “luz” a la quietud.

Y… ¡sí! quise dejarme llevar…
sólo me abrazaste
me cubriste con tu manto
pero no en su totalidad.

Desde ese día estas conmigo
desde ese día sé que estarás a mi lado
porque siento tus caricias en mis piernas;
tu aliento en mi nuca.

Tal como lo imagine es oscura
y a su vez cálida tu presencia.
Ya me acostumbrado.

Los dos sabemos
que un día tendrás que desenrollar tu manto
y echármelo encima…
hasta entonces me conformo
con que me abraces.

Estás impregnada en mi.

PcWolf.

​

 

Lo seduce
su aroma más no lo embriaga
su cuerpo es como tomar un sorbo
de veneno teniendo el antídoto
en la otra mano,
juega, juguemos.
un gusto Caballero
Saludos.​

 

Hola Wil... y si la verdad todos vemos de diferentes maneras a la muerte... pero me agrado tu manera de mirarla.

Saludos!

 

Sabrina... un comentario muy especial has dejado en este humilde escrito... muchisimas gracias!

Saludos desde el centro del planeta!