Historia de un minuto

Historia de un minuto

© Andrés Amendizábal

Presencié noctámbula mirada
que al verte en el momento,
me vacié sobre la luna…
Hablaste tan mujer, sincerada,
humanamente sobre un verso
que se tornó mi locura.

Fue tu instante tan dulce, suave,
que me quebré y me limité
a decir que te amo…
Que me quedaré en ti toda la tarde
hasta un profundo anochecer,
sincero de tus labios.

Presencié tu noche humana y mujer,
que me dejó de importar todo
lo que estaba sobre mí.

Tuve en tu plática un inmenso placer,
que bañé mil cosas en tu rostro
sintiéndome luz y carmín.​

​

Te amo nena, gracias por ese momento. Marián

 

Cuñado y hermano pero que escribir tan amoroso que renglones tan bellos y romanticos sin duda el amor que despide tu poema es enorme encantado de estar aqui nuevamente saludos cuñado abrazos es hermoso tu poema.

 

Siempre delineo la forma cálida de tu voz y tu jardín de castillos flotantes, trato de describir cada bello momento que me regalas​

 

Gracias mi estimado Cuñado, viendo nuevamente y gozando otra vez de tus comentarios gentiles​