Para Gio II

(para ella, la tinta de todos mis versos)

A veces sonrío para no olvidar que lo puedo hacer...
los días son una visión negra y gris de lo que era mi vida,
hace un tiempo cuando ella estaba conmigo, ya no está...

No me doy cuenta de las horas, ni del cambio de clima...
y si llueve, las gotas que arrepentidas golpean los techos
sienten el dolor, mas no pueden arrancarme el sufrimiento...

He perdido la capacidad de distinguir entre el bien y el mal...
ya todo me parece igual, muerte o vida, desgracia o milagro,
solo un dolor ha quedado y solo ese sentimiento perdurara...

Me pregunto qué hace ahora, me pregunto cómo esta...
solo pido que ella esté bien, que sea feliz aunque no sea conmigo,
y que en las noches tristes recuerde aquello hermoso que vivimos...

A veces la veo venir a lo lejos, riendo, saltando, será ella...?
que no daría por un segundo más entre sus manos, entre sus ojos,
respirar su aroma y sentirla para siempre mía; no es ella...

Algún día la veré, la veré más hermosa seguramente,
no quiero imaginar que va con alguien a su lado,
pero las mujeres bellas, nunca están solas mucho tiempo;
Bajaré la mirada, buscando un vaso tan vacío como el corazón,
y con mis ojos en medio de un cristal recordaré este día
en que escribí estas letras; quizá encienda un cigarrillo
y mire de reojo su rostro, esa noche soñaré con ella seguro.

Ella entrará pero yo no, descansaré en la vereda un segundo más,
sonreiré amargamente, porque después de todo ella si es feliz;
Llevare el vaso en una mano, la botella en otra y el cigarro en la boca.

Caminaré alejándome, sin mirar atrás, del único lugar,
donde podía encontrar mi felicidad una vez, pero no se trata de mi...
despertaré en la cama de una desconocida, sintiéndome tan solo,
tan solo como la noche anterior, afuera del lugar donde la vi.
No quiero estar ahí, no sé quien es ella, tan solo me recuerda
la mujer perfecta que dejé partir, pero no es ella;
aun trato de encontrarle un parecido, cualquier cosa es bueno,
me doy por vencido, una vez más he estado perdiendo el tiempo.

En silencio busco la salida, no hay adiós, no hay lamentos,
en el rostro solo una mirada, la del recuerdo...

Aunque pasen los años, aunque hayan otras que me consuelen,
aunque su corazón sea de otro, aunque ella ya no me espere,
la llevaré en mi alma para amarla toda la vida y todas las muertes...​

 

Un cierre con mucha fuerza... Genial!!! Te felicito.

 

sr. savasppcc, muchas gracias por leer el poema y comentar... sobre su comentario, dejeme decirle q me alegro que se sienta el peso q llevaban las palabras, la fuerza de la escritura. es muy fiero sr, ver alejarse la mujer amada... muchas gracias