Absurda idea...

Absurda idea...

¡No nos engañemos!...

Tú sigues ahí, y yo sigo acá...
Mirando pétalos,
llorando un mar,
viviendo la vida,
así... a escondidas,
ocultando los te amo,
mintiéndoles a los santos,
rezando a cuatro paredes,
y observando un cielo dibujado.

¡No nos engañemos!...

Tú te has enamorado,
y yo sigo siendo tu esclavo,
jamás lo creí,
pero en fin,
aquí estoy para servir,
tengo manos suaves,
y una linda forma de hablar,
una mirada que mata,
y da vida al que muerto está,
una pluma casi sin tinta,
y un papel amarillo por su vejez,
tengo recuerdos encantados
y fantasías casi en vano,
tengo esperanzas cambiadas por caramelos,
y caramelos que matan mi ansia,
todo es tuyo,
has con ello lo que quieras,
pero sólo devuelve de lo que queda,
mi alma...
Por favor, que aún está lastimada,
déjala en una clínica,
o en un cementerio si ya es tarde,
pero devuélvela,
porque a tu lado,
no hace más que sufrir,
porque a tu lado,
así, así, ha quedado...

No pretendas engañarme con frases mundanas,
de esas superficiales,
por las cuales tu ser se caracteriza,
no pretendas hablar,
que de eso nunca has sabido,
si es que acaso has tenido,
una idea por más de media hora,
fue un milagro casi inesperado...
No pretendas hablar,
te explico,
es que no sirve tu pensamiento casi sin sentido,
no pretendas hablar,
porque no te lo has merecido,
pues te has comportado,
como un niño,
porque no has sabido actuar,
como mujer,
y aquí me tienes casi estupido
y por poco sin ser gente,
con los sentimientos que aporreo,
y con una idea vaga de lo que era lo nuestro,
aquí me tienes,
nulo y sin cerebro,
pensando en ti y en tu recuerdo,
no me arrepiento,
no sé quién fui,
pero sé lo que soy,
y no soy para ti...

Y si es que Dios nos unió,
y si es que nos equivocamos,
y si acaso es, lo que nunca supimos ser,
pero ya no,
ya no volveré a ser ese idiota,
que disfraza de novia,
a una simple mujer,
pues te has sacado el vestido,
y recién me doy cuenta,
de quien has sido,
no me mires,
es demasiada la imagen para tus ojos,
no me mires,
que ya no quiero enamorarte,
y mis ojos hablan,
pero no de ti,
sino de mi alma,
que pide a gritos una explicación,
que ahuyenta fantasmas,
tratando de encontrar a Dios,
se olvida, se olvida que son millones,
y que para ver a Dios hay que sacar turno,
uh, que alma vaga, que alma tonta,
pues se olvida,
que aún está viva,
que una carne lo atrapa,
y que Dios esperará,
hasta que de ella salga,
sigue jugando almilla,
hasta que puedas escapar,
yo distraeré al guardián,
mientras tú sales por la ventana,
de este cuerpo que ya no tiene ganas,
de seguir con desafíos,
que planteé yo y acepto Dios,
¡Escapa! antes de que se den cuenta,
y que castigo traigan a nosotros,
¡Escapa! que yo rezaré por ti,
para que tengas un camino más llano,
que esta montaña...
¡Escapa! quédate tranquila,
yo explicaré,
sigue tú el camino,
que este ser explicará el por qué...

13-09-2008

 

Merecía algún comentario este poema en el que desgranas tu congoja con gotas de sangre. Un buen poema sobre cómo puede esclavizarte un amor que te consume. Lo que más me gustó: "no sé quién fui, pero sé lo que soy, y no soy para ti".

Un placer descubrir tu poesía. Saludos, poeta.

 

oye tu nomas te arrancas y deshaces tu corazon lo armas, y nos regalas tu poema, que bien, me dolieron los ojos jeje, pero valio la pena como en otras ocasiones, y me gusta que estas como yo no puedes dejar de mencionar ese grande y eterno ser, Dios, saludos amigo poeta, Dios te bendiga.